1 Juan 4:4 - Biblia Martin Nieto

⁴ Hijos míos, vosotros sois de Dios, y lo habéis vencido. Porque el que está en vosotros es más grande que el que está en el mundo.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Pero ustedes, mis queridos hijos, pertenecen a Dios. Ya lograron la victoria sobre esas personas, porque el Espíritu que vive en ustedes es más poderoso que el espíritu que vive en el mundo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Ustedes, hijitos, son de Dios, y ya han logrado la victoria sobre esa gente, pues el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Hijitos, vosotros procedéis de Dios, y los habéis vencido, pues mayor es el que está en vosotros° que el que está en el mundo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Vosotros, hijitos, sois de Dios y los habéis vencido. Porque es mayor el que está en vosotros que el que está en el mundo.

1 Juan 4:4 Referencias Cruzadas

Romanos 8:31

¿Qué más podremos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?

1 Juan 5:4

Porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.

Romanos 8:37

Pero en todas estas cosas salimos triunfadores por medio de aquel que nos amó.

1 Juan 4:16

Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído. Dios es amor; y el que está en el amor está en Dios, y Dios en él.

1 Corintios 2:12

Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios generosamente nos ha dado.

1 Juan 5:19

Nosotros sabemos que somos de Dios, y que todo el mundo está en poder del maligno.

1 Juan 4:13

Por esto conocemos que estamos con él y él en nosotros: porque él nos ha dado su Espíritu.

Efesios 6:10

En definitiva, cobrad fuerzas en el poder soberano del Señor.

Efesios 3:17

y que Cristo habite en vuestros corazones por la fe, para que, arraigados y fundamentados en el amor,

Apocalipsis 12:11

Ellos le han vencido por la sangre del cordero y por el testimonio que proclamaron, y han despreciado su vida hasta sufrir la muerte.

1 Juan 3:24

El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Por esto conocemos que él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.

Juan 12:31

Ahora es cuando va a ser juzgado este mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera.

Juan 17:23

Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me has enviado y que los amas a ellos como me amas a mí.

1 Juan 4:6

Pero nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha; y el que no es de Dios no nos escucha. En esto distinguimos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.

2 Corintios 6:16

¿Qué relación hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templos del Dios vivo. Como dijo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

1 Juan 2:13

Padres, os escribo porque habéis conocido al que es desde el principio. Jóvenes, os escribo porque habéis vencido al maligno.

1 Corintios 6:13

'Los manjares para el estómago y el estómago para los manjares'. Pero Dios exterminará ambas cosas. El cuerpo no es para la lujuria, sino para el Señor, y el Señor, para el cuerpo.

Efesios 2:2

que cometisteis siguiendo el modo de vivir de este mundo, bajo el príncipe de las potestades aéreas, el espíritu que actúa en los que se rebelan contra Dios.

Juan 16:11

y la condena, en que el príncipe de este mundo está ya condenado.

2 Corintios 4:4

para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el dios de este siglo para que no brille el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.

Juan 14:30

No hablaré ya muchas cosas con vosotros, porque el príncipe de este mundo está para llegar. No tiene poder sobre mí;

1 Juan 2:1

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos junto al Padre un defensor, Jesucristo, el justo.

1 Juan 3:20

en que, si alguna vez nuestra conciencia nos acusa, Dios está por encima de nuestra conciencia y lo sabe todo.