El significado original (etimológico) de la palabra pecado es "errar el blanco". Quiere decir que cuando pecamos no acertamos o nos desviamos de lo que hubiera sido correcto hacer. El pecado nos separa de Dios, pero contamos con su preciosa sangre que nos limpia de todo pecado, por medio del arrepentimiento. El concepto de pecado en la Biblia se refiere a quebrantar o transgredir la ley de Dios. El verdadero cristiano no quiere pecar, si lo hace, es contra su fuero interno (hombre interior), debido a la naturaleza pecaminosa que todos arrastramos. Todos los pecados son perdonados, por la gracia de Dios, por los méritos de Cristo. En cambio, los falsos profesantes, viven con pecado oculto, porque siguen como cuando eran impíos, solamente que cubiertos de un barniz de santidad, puramente externa; de hecho, siguen siendo impíos. "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros" (1 Juan 1:8-10) El tener pecado, no significa practicar pecado o vivir conforme al pecado. Aquí la Escritura nos está declarando algo que todos sabemos, que todavía arrastramos los efectos de una naturaleza caída, y que cometemos pecados. Nadie está libre de esto. El don o regalo de Dios para con nosotros es su gracia. Y esta, revelada a través de Jesús, es mucho más grande y tiene mucho más poder que el pecado. Jesús, Dios encarnado, vino al mundo para que todos podamos tener la oportunidad de recibir el perdón por nuestros pecados. Él estuvo dispuesto a morir en la cruz y llevar nuestras culpas para que a través de su sacrificio nosotros podamos tener vida eterna.
»No adores otros dioses además de mí.»No hagas para ti ningún ídolo ni nada parecido de lo que hay arriba en cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas que están debajo de la tierra.No te inclines ante ellos ni los adores porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios Celoso. Castigaré a los hijos por el pecado de los padres, e incluso a los nietos y bisnietos, por culpa de los que me desprecian,
Deberás seguir al SEÑOR tu Dios y obedecerlo. Cumplirás sus mandamientos, lo obedecerás, lo adorarás y le serás fiel.
»No adores otros dioses además de mí.»No hagas ningún ídolo ni nada parecido de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas que están debajo de la tierra.No te inclines ante ellos ni los adores, porque yo, el SEÑOR tu Dios, yo soy Dios Celoso. Castigaré por el pecado de los padres a los hijos, e incluso a los nietos y bisnietos, por culpa de los que me desprecian,
No deberás seguir a otros dioses, a ninguno de los dioses de las naciones vecinas,porque el SEÑOR tu Dios que está presente entre ustedes es Dios Celoso. Así que ten cuidado, para que el SEÑOR tu Dios no se enoje contigo y te destruya completamente.
Así que reconoce hoy y grábate en la mente que el SEÑOR es el verdadero Dios en el cielo y en la tierra. No hay ningún otro.
Los ídolos de esas naciones son oro y plata, productos hechos por manos humanas.Tienen boca, pero no pueden hablar; tienen ojos, pero no pueden ver.Tienen oídos, pero no pueden oír; tienen nariz, pero no pueden oler.Tienen manos, pero no pueden tocar; tienen pies, pero no pueden caminar. No sale sonido alguno de su garganta.Así quedarán como esos ídolos los que los hacen y los que creen en ellos.
Así que saquen todo el mal de su vida: pecados sexuales, inmoralidades, malos pensamientos, malos deseos y codicia, que es una forma de adorar ídolos.
«Yo he sido el SEÑOR tu Dios desde que vivías en Egipto. No conociste a otro Dios que no fuera yo. Yo era tu único salvador.
Los ídolos de las naciones son oro y plata, productos hechos por manos humanas.Tienen boca, pero no pueden hablar; tienen ojos, pero no pueden ver.Tienen oídos, pero no pueden oír; tienen nariz, pero no pueden respirar.Así quedarán como esos ídolos los que los hacen y los que confían en ellos.
¿Con quién compararán a Dios? ¿A qué imagen se les parece?Al ídolo lo moldeó un escultor, y un joyero lo recubrió de oro y le puso cadenas de plata.Háblenle cariñosamente a Jerusalén y díganle que su esclavitud ha terminado, que ha cumplido su castigo. El SEÑOR le dio doble castigo por todos sus pecados».El que es muy pobre para tal ofrenda, escogerá madera que no se pudra. Buscará a un artesano diestro que le haga una imagen que no se caiga.
Si no desean servir al SEÑOR, decidan hoy a quien servirán, ya sea a los dioses a los que sus antepasados servían al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra viven. Pero yo y mi familia y todas las personas que viven en mi casa serviremos al SEÑOR.
Las costumbres de esos pueblos no valen nada. Cortan un tronco del bosque y un artesano lo labra con su cincel.Lo adornan luego con oro y plata, y lo aseguran con clavo y martillo para que no se caiga.Los ídolos parecen espantapájaros en un cultivo de melones. No pueden hablar y tienen que cargarlos porque no pueden caminar. Así que no les tengan miedo a esos ídolos, pues no les pueden hacer ningún mal; ¡y mucho menos les podrán hacer algún bien!»
Así que Josué dijo: —Ahora quiten los otros dioses de entre ustedes y vuélvanse de todo corazón al SEÑOR, el Dios de Israel.
«Hijo de hombre, estos hombres todavía piensan en sus repugnantes ídolos. ¡Tienen entre ceja y ceja esos obstáculos que los hacen tropezar! ¿Por qué ahora debo permitirles que acudan a pedirme ayuda?Por lo tanto, háblales y diles que esto es lo que dice el Señor DIOS: “Algunos israelitas, por las dudas, todavía rinden culto a sus repugnantes ídolos y se colocan el pecado propio como una piedra de tropiezo para sí mismos, ¡y a la vez acuden a los profetas por ayuda! Pues a ellos yo, el SEÑOR, les diré que vayan entonces a pedir ayuda a sus ídolos.Lo haré para que Israel responda por sus malos pensamientos. Porque ellos me abandonaron para adorar a otros dioses”.
Unos confían en sus carros de combate, otros en sus caballos; pero nosotros confiamos en el nombre del SEÑOR nuestro Dios.
En todas partes la gente habla de la manera tan buena en que nos aceptaron cuando estuvimos allá con ustedes y cómo dejaron de adorar ídolos y decidieron servir al verdadero Dios viviente.
En el pasado, cuando ustedes no conocían a Dios, eran esclavos de dioses falsos.Pero ahora conocen al verdadero Dios. Mejor dicho, ahora Dios los conoce. Entonces, ¿por qué vuelven a esas reglas elementales, inútiles y débiles que tenían antes? ¿Quieren ser esclavos de ellas otra vez?
»No se hagan ídolos ni monumentos de adoración; tampoco pongan piedras decoradas en su tierra para inclinarse ante ellas, porque yo soy el SEÑOR su Dios.
Los que siguen a otro dios sufrirán mucho. Yo no participaré en las ofrendas sangrientas que ellos hacen a sus ídolos. Ni siquiera permitiré que mis labios pronuncien el nombre de esos dioses falsos.
El pueblo vio que Moisés se estaba demorando en bajar del monte, así que se reunieron alrededor de Aarón y le dijeron: —Ven y haznos un dios para que nos guíe porque no sabemos qué le pasó a Moisés, el hombre que nos sacó de Egipto. Ahora, déjame solo para poder descargar mi ira contra ellos. Después haré de ti una gran nación.Moisés le rogó al SEÑOR su Dios y le dijo: —Oh SEÑOR, ¿por qué vas a descargar tu ira contra tu pueblo, el que tú mismo sacaste de Egipto demostrando tu gran poder?Si lo haces, el pueblo de Egipto podría decir: “Los liberó con malas intenciones, para matarlos en las montañas y borrarlos de la superficie de la tierra”. Deja ya esa ira y quítate esa idea de hacerle daño a tu pueblo.Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac e Israel a los que les juraste en tu nombre y les prometiste: “Voy a multiplicar a tus descendientes y haré que sean tantos como las estrellas del cielo. Les voy a dar esta tierra a tus descendientes tal como lo prometí y será de ellos por siempre”.Entonces el SEÑOR renunció a la idea de hacerle daño a su pueblo.Luego Moisés bajó del monte llevando en las manos las dos tablas de piedra del Testimonio, estaban escritas por ambos lados, por el frente y por atrás.Dios mismo hizo las piedras y él mismo escribió los mandamientos en ellas.Cuando Josué escuchó los gritos del pueblo, le dijo a Moisés: —Se oyen sonidos de guerra en el campamento.Moisés respondió: —No oigo sonido de gritos de victoria ni lamentos de derrota; son cantos lo que oigo.Moisés se enojó mucho cuando llegó al campamento y vio al becerro de oro y al pueblo bailando. Entonces arrojó las tablas contra el suelo, las cuales se hicieron pedazos al pie del monte.Aarón le dijo al pueblo: —Quítenles los aretes de oro que sus esposas, hijos e hijas tienen en las orejas y tráiganmelos.Luego Moisés agarró al becerro que el pueblo había hecho, lo quemó en el fuego y lo molió hasta volverlo polvo. Después roció el polvo sobre el agua e hizo que los israelitas se tomaran esa agua.Moisés le preguntó a Aarón: —¿Qué te hizo este pueblo para que los hayas llevado a cometer un pecado tan grande?Aarón respondió: —Señor, no te enojes conmigo. Tú sabes que este pueblo siempre está dispuesto a hacer el mal.Ellos me dijeron: “Haznos uno dios para que nos guíe porque no sabemos qué le pasó a Moisés, el hombre que nos sacó de Egipto”.Entonces yo les dije: “Si alguien tiene oro quíteselo y entréguemelo”. Luego lo arrojé en el fuego y salió este becerro.Moisés vio que el pueblo estaba fuera de control convirtiéndose en motivo de burla de sus enemigos porque Aarón no los había controlado.Entonces Moisés se puso a la entrada del campamento y dijo: —Que se acerquen a mí los que están del lado del SEÑOR. Todos los levitas se le unieron.Luego Moisés les dijo: —El SEÑOR, Dios de Israel dijo: “Tome cada uno de ustedes la espada y vaya de un extremo a otro del campamento matando a su hermano, su amigo y vecino”.Los levitas hicieron lo que Moisés les dijo. Ese día murieron aproximadamente 3000 hombres.Luego Moisés les dijo: —Hoy el SEÑOR los eligió por haberse opuesto a sus hijos y a sus hermanos. Así que hoy él los bendice.Entonces todo el pueblo se quitó los aretes de oro de las orejas y se los llevaron a Aarón.A la mañana siguiente, Moisés le dijo al pueblo: —Ustedes cometieron un gran pecado. Sin embargo yo voy a subir ahora a donde está el SEÑOR para ver si puedo hacer algo para que él los perdone.Entonces Moisés subió a donde estaba el SEÑOR y le dijo: —Por favor escúchame. Este pueblo cometió un gran pecado por haberse hecho un dios de oro.Ahora, ¡perdónalos por su pecado! Si no los perdonas borra mi nombre del libro que tú escribiste. El SEÑOR le dijo a Moisés: —A los únicos que borro de mi libro son a los que cometen pecado contra mí.Baja y guía al pueblo a donde yo te diga. Mi ángel irá frente a ti para guiarte. Cuando llegue el momento de castigar a los que han pecado contra mí, los castigaré.Luego el SEÑOR hizo que una plaga cayera sobre el pueblo y se enfermaron por haber adorado al becerro de oro que Aarón les había hecho.Aarón recibió el oro, lo fundió, y con un cincel le dio la forma de un becerro. Luego el pueblo dijo: —¡Israel, aquí está tu dios! ¡Es el dios que te sacó de Egipto!
Entonces la gente de las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén irán y pedirán ayuda a los dioses a los que les ofrecieron sacrificios quemados, pero ellos no podrán rescatarlos cuando les llegue la hora del castigo.
»Nadie puede servir a dos patrones al mismo tiempo. Odiará a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y a las riquezas.
Ningún siervo puede servir a dos patrones al mismo tiempo. Odiará a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo».
Vengan y reúnanse ustedes, los sobrevivientes de las naciones, acérquense todos. Son unos ignorantes los que cargan imágenes de madera en procesión y le rezan a un dios que no los puede salvar.
Aunque los seres humanos conocían a Dios, no lo respetaron como él merece ni le dieron gracias. Terminaron pensando bobadas y se cerraron al entendimiento.Se creían sabios, pero solo eran unos tontos.No honraron la grandeza de Dios. En vez de adorar a Dios, quien vive por siempre, adoraron a ídolos muertos. Sus ídolos tienen figura de hombres o mujeres mortales o de aves, animales, y reptiles.
El resto de los seres humanos no murió por estas plagas, pero ni aun así no sintieron remordimiento por sus pecados ni dejaron de hacer maldades ni de adorar a los demonios, ni a los ídolos que habían hecho de oro, plata, bronce, piedra y madera, los cuales no pueden ver ni oír ni caminar.
Mientras Pablo esperaba a Silas y a Timoteo en Atenas, le dolió mucho ver que la ciudad estaba llena de ídolos.Habló en la sinagoga con los judíos y con los que no eran judíos que creían en el Dios verdadero. También hablaba diariamente con la gente que estaba en la plaza de mercado de la ciudad.Algunos filósofos epicúreos y estoicos empezaron a discutir con él. Unos decían: «¿Qué es lo que dice ese charlatán?» Otros decían: «Parece que está hablando de otros dioses» porque Pablo estaba hablando de «Jesús» y de la «Resurrección».Entonces llevaron a Pablo a una reunión del Concejo de la ciudad y le dijeron: —Queremos que nos expliques esta nueva enseñanza que estás presentando.Pablo fue a la sinagoga para ver a los judíos, como era su costumbre. Durante tres sábados, Pablo discutió con ellos acerca de las Escrituras.Lo que dices es nuevo para nosotros, nunca habíamos escuchado eso antes y queremos saber qué significan estas nuevas enseñanzas.Todos los atenienses y los inmigrantes que vivían allí ocupaban siempre su tiempo escuchando o hablando de las ideas nuevas que surgían.Entonces Pablo se levantó ante la reunión del Concejo de la ciudad y dijo: —Atenienses, me doy cuenta de que ustedes son muy religiosos en todo.Al pasar por la ciudad, vi todos sus santuarios y hasta encontré un altar que tenía escrito: “Al Dios no conocido”. Yo les hablo de ese que ustedes adoran sin conocerlo.»Es el Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él. Puesto que él es Señor del cielo y de la tierra, no vive en templos construidos por manos humanas.Él no necesita nada de los seres humanos; al contrario, les da a todos vida, aire y todo lo necesario.De un solo hombre Dios creó todos los distintos seres humanos para que habitaran en todo el mundo y determinó cuándo y dónde debían vivir.Dios quería que la humanidad lo buscara y, aunque fuera a tientas, lo encontrara. Pero en realidad, Dios no está lejos de ninguno de nosotros:“En él vivimos, nos movemos y existimos”. Como dicen sus poetas: “Porque somos sus descendientes”.»Puesto que somos descendientes de Dios, no debemos creer que Dios es algo que la gente imagina o inventa. Él no es una imagen de oro, plata ni piedra.Les explicó que las Escrituras demostraban que el Mesías tenía que morir y después resucitar. Les decía: «El Mesías es este Jesús, del que les hablo».En el pasado, la gente no entendía a Dios y él pasó por alto esa época de ignorancia. Sin embargo, ahora ordena a todo ser humano que cambie su manera de pensar y de vivir.Dios ha fijado una fecha en la cual juzgará a todos con justicia y lo hará por medio del hombre que él ha elegido y resucitado como prueba para todos.
y le dijo a Efrón, frente a toda la gente de esa tierra: —¡Si solamente me escucharan! Yo pagaré el precio del campo. Acepte el dinero y ahí enterraré a mi esposa.
Pero cuanto más yo llamaba a los israelitas, más se alejaban ellos de mí. Ofrecían sacrificios a los dioses falsos y quemaban incienso para los ídolos.
El país está lleno de ídolos, se inclinan a adorar lo que ellos mismos han hecho con sus propias manos.
No honraron la grandeza de Dios. En vez de adorar a Dios, quien vive por siempre, adoraron a ídolos muertos. Sus ídolos tienen figura de hombres o mujeres mortales o de aves, animales, y reptiles.
Destruiré tus ídolos y tus monumentos religiosos y ya no adorarás cosas hechas con tus manos.
Adoraron a los ídolos de ellos y eso se les convirtió en una trampa,pues resultaron ofreciendo a sus propios hijos e hijas como sacrificio a esos demonios.Derramaron sangre inocente, la de sus hijos e hijas al sacrificarlos a los ídolos de Canaán. La tierra se contaminó con su sangre.Contaminaron su vida y se prostituyeron con todas sus maldades.
»¿De qué sirve el ídolo para que lo haga su escultor? ¿De qué sirve hacer una imagen fundida o una estatua de un dios falso para que un escultor deposite toda su confianza haciendo ídolos inútiles y mudos?
Elías se acercó a todo el pueblo y le dijo: —¿Hasta cuándo seguirán dudando? Decidan si el SEÑOR es el Dios verdadero y entonces síganlo a él. Pero si Baal es el Dios verdadero, entonces sigan a Baal. La gente no respondió ni una palabra.
Mientras Pablo esperaba a Silas y a Timoteo en Atenas, le dolió mucho ver que la ciudad estaba llena de ídolos.
La gente rechazó las decisiones y el pacto que Dios hizo con sus antepasados y el testimonio que les dio. Ellos siguieron lo que no tenía sentido y ellos mismos perdieron el sentido siguiendo las costumbres de las naciones vecinas, que el SEÑOR les ordenó que no siguieran.La gente abandonó todos los mandamientos del SEÑOR su Dios. Se hicieron dos imágenes de becerros y un poste de Aserá, adoraron todas las estrellas del cielo y sirvieron a Baal.Sacrificaron sus hijos e hijas en el fuego, practicaron la magia y la brujería para adivinar el futuro y se dedicaron a hacer lo que el SEÑOR les dijo que era malo. De esta manera provocaron su enojo.
Cuando grites pidiendo ayuda, que vengan a salvarte tu colección de ídolos. A ellos se los llevará el viento, desaparecerán de un soplo. Pero el que se apoye en mí, recibirá la tierra y poseerá mi santo monte».
Me dijo: «Hijo de hombre, ¡mira hacia el norte!» Así lo hice y vi que allí, al norte de la entrada del altar, estaba el ídolo que enfureció a Dios.También me dijo: «Hijo de hombre, ¿ves las atrocidades que cometen los israelitas en este lugar? Están muy lejos de mi idea del templo. Pues verás cosas aun peores».
Todo ser humano es torpe y falto de conocimiento, y se avergüenza del ídolo que fabrica. Es que esas estatuas son un fraude, no tienen vida,no valen nada, son ridículas; les llegará su hora y serán destruidas.
¡Gente infiel! ¿No saben que amar al mundo es lo mismo que odiar a Dios? El que quiera convertirse en amigo del mundo se convierte en enemigo de Dios.
Quema a sus ídolos en el fuego. No desees la plata ni el oro que está en ellos ni te quedes con ellos para no resultar atrapado por ellos, porque el SEÑOR tu Dios odia los ídolos.No lleves ninguno de esos ídolos a tu casa y así evitarás que Dios te odie también a ti, pues Dios los odia a ellos.
Así habla el SEÑOR, el Rey de Israel, el Salvador, el SEÑOR Todopoderoso: «Yo soy el primero y el último; el único Dios que existe soy yo.¿Quién hay como yo? Que hable y se dé a conocer, que me convenza. ¿Quién ha dicho lo que va a pasar, mucho antes de que suceda? Que nos cuenten lo que va a pasar en el futuro.
Todo ser humano es torpe y falto de conocimiento. Dios hace que todo orfebre se avergüence del ídolo que fabrica. Es que esas estatuas son un fraude, no hay un espíritu en ellas,
Entonces, en cuanto a comer carne que se ofrece a los ídolos, sabemos que todos estos ídolos que vemos no son nada, porque hay un solo Dios.En verdad no importa que la gente llame dioses a muchas cosas que están en el cielo o en la tierra. De hecho, hay muchas cosas a las que la gente llama dioses y señores,pero nosotros sabemos que solo existe un Dios, el Padre, quien creó todo y para quien vivimos. Y hay un solo Señor, Jesucristo, por medio de quien vino todo y por quien tenemos vida.
Bel se dobló y Nebo se cayó. Tienen que llevar a los ídolos sobre bestias. Son algo que hay que cargar; carga pesada para un animal cansado.Yo conté el final desde el comienzo y mucho antes de que sucediera. Yo afirmé: “Mi plan se cumplirá y haré todo lo que yo quiero”.Llamo a un águila, a un hombre de un país lejano. Lo he decidido y haré que suceda. Yo lo planeé y lo haré.Escúchenme ustedes, gente obstinada, los que están muy lejos de la justicia.Yo traigo mi salvación cerca de ustedes. No está lejana, no se tarda. Traeré la salvación a Sion, y mi gloria a Israel.Los ídolos se han doblado, se han inclinado juntos. No pueden salvar la carga. A ellos mismos los llevan prisioneros para el destierro.
Solo tienes que pedirlo, y te daré por herencia las naciones. El mundo entero será de tu propiedad.Tú las golpearás con cetro de hierro y las harás pedazos como ollas de barro».
Cambiaron al verdadero Dios por uno de mentira. Adoraron y sirvieron a la creación en lugar de adorar y servir a Dios, el Creador, a quien sea la honra para siempre. Así sea.
Entonces hicieron un ídolo parecido a un becerro y le ofrecieron sacrificios. El pueblo estaba muy feliz por lo que habían hecho con sus propias manos.Pero Dios los abandonó y los dejó adorar el ejército de dioses falsos del cielo. Como dice en el libro de los profetas: “Pueblo de Israel, durante 40 años ustedes no me trajeron ofrendas ni me ofrecieron sacrificios en el desierto.Al contrario, cargaban la carpa para alabar a Moloc y la imagen de la estrella del dios Refán. Estos fueron los ídolos que ustedes mismos hicieron para adorar. Por eso yo los enviaré más allá de Babilonia”.
Manasés puso en el templo de Dios una estatua de un ídolo que había hecho. Dios les había dicho a David y a su hijo Salomón acerca del templo: «He elegido a Jerusalén de entre Israel, pondré mi nombre en Jerusalén para siempre.Yo no haré que los israelitas salgan de la tierra que les di a sus antepasados, los dejaré si obedecen todo lo que les he mandado, toda la ley, estatutos y mandamientos que les di por medio de Moisés».Manasés hizo hacer a Judá y a los habitantes de Jerusalén peores maldades que las otras naciones que vivían antes de Israel en la tierra de Canaán, a las que el SEÑOR destruyó cuando vinieron los israelitas para tomar posesión de la tierra.
Quedan en ridículo los que adoran ídolos, los que se enorgullecen de ellos. ¡Inclínense ante él todos los dioses!
Luego tomé ese objeto horrible que ustedes habían hecho, el becerro, y lo quemé en el fuego, lo rompí en pedazos y lo molí hasta que quedó hecho polvo. Luego tiré ese polvo al arroyo que bajaba del monte.
Tú considerarás como algo sucio a tus ídolos cubiertos de plata y a tus imágenes recubiertas de oro, los tirarás con repugnancia como quien tira una toalla higiénica sucia, y dirás: «¡Fuera!»
Entonces, hermanos les pido que respondan a la gran bondad que Dios nos ha mostrado. Ofrézcanle sus cuerpos como sacrificio vivo. Vivan sólo para Dios y sean agradables a él. Tal adoración es su verdadero propósito como seres humanos razonables.Ténganse cariño unos a otros, como hermanos. Den preferencia a los demás y respétense unos a otros.No sean perezosos con los trabajos que deban hacer para el Señor, y hagan todo con entusiasmo.Alégrense en la esperanza, tengan paciencia en las dificultades y sean constantes en la oración.Cuiden a los necesitados que hay en el pueblo de Dios. Busquen y reciban en su casa a los que necesitan ayuda.Pidan que Dios bendiga a los que los persiguen; pidan bendiciones y no maldiciones para ellos.Alégrense con los que están alegres. Lloren con los que lloran.Vivan en paz y armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino amigos de los que la gente desprecia. No se crean mejores ni más sabios que los demás.No devuelvan mal por mal. Preocúpense por ganar el respeto de todos haciendo el bien.Traten de hacer lo posible para vivir en paz con los demás.Queridos amigos, no traten de vengarse de alguien, sino esperen a que Dios lo castigue, porque así está escrito: «Yo soy el que castiga, les daré el pago que merecen», dice el Señor.No vivan según el modelo de este mundo. Mejor dejen que Dios transforme su vida con una nueva manera de pensar. Así podrán entender y aceptar lo que Dios quiere y también lo que es bueno, perfecto y agradable a él.
Porque si algún israelita o algún extranjero que viva en Israel se aparta de mí para ir a adorar ídolos repugnantes o pone piedras de tropiezo delante suyo y luego viene a pedir ayuda a uno de los profetas, entonces yo, el SEÑOR, le responderé con el juramento:
»No te inclines ante los dioses de ellos ni los adores, ni sigas las costumbres que ellos tienen. Todo lo contrario, destruye sus ídolos y derriba sus monumentos.
después de que ellos hayan sido destruidos ante ti, sé cuidadoso y no te dejes llevar por la tendencia a imitarlos. Sé cuidadoso y no sigas a sus dioses, diciendo: «Voy a adorar de la misma manera que estas naciones adoraban a sus dioses».No deberás adorar al SEÑOR tu Dios de la misma manera, porque ellos han hecho por sus dioses todo lo malo, lo que el SEÑOR odia, ya que ellos hasta sacrifican a sus hijos e hijas en el fuego en honor a sus dioses.
Derramaron sangre inocente, la de sus hijos e hijas al sacrificarlos a los ídolos de Canaán. La tierra se contaminó con su sangre.
Jesús le dijo: —¡Largo de aquí Satanás! Porque está escrito: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.
Ninguno se detiene a pensar y no cuentan con el conocimiento o entendimiento necesario para decir: «La mitad del árbol la quemé en el fuego y horneé pan sobre ella, asé carne y me la comí. ¿Cómo es que hago con el resto algo tan despreciable? ¿Cómo es que me estoy inclinando ante un pedazo de madera?»
—Señores, ¿qué es lo que están haciendo? ¡Somos seres humanos como cualquiera de ustedes! Estamos aquí para anunciarles la buena noticia de salvación, para que se alejen de lo que no vale la pena y se acerquen a un Dios viviente. Él creó el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.
Está muy claro que las cosas que hace nuestra naturaleza carnal son: inmoralidad sexual, impureza, descontrol,Yo mismo, Pablo, les pido que escuchen lo que les digo. Si se someten a la ley de la circuncisión, entonces Cristo les habrá ayudado sin ningún efecto.idolatría, participar en brujerías, odio, discordia, celos, iras, rivalidades, peleas, divisiones,envidias, borracheras, parrandas y otras cosas parecidas. Ya les advertí contra eso y ahora les vuelvo a decir lo mismo, que todos los que hacen eso no tendrán parte en el reino de Dios.
Josías prohibió todas las costumbres horribles que había en todo el territorio de los israelitas y a todos los que se encontraban en Israel los hizo servir al SEÑOR su Dios. En vida de Josías no dejaron de seguir al SEÑOR, Dios de sus antepasados.
Lo prometí y los salvé y yo lo di a conocer. Fui yo y no ningún otro dios extranjero entre ustedes. Ustedes son mis testigos, dice el SEÑOR. Yo soy Dios,
Yo anunciaré el castigo contra ese pueblo por las maldades que ha cometido. Me abandonaron, ofrecieron sacrificios a otros dioses y adoraron imágenes que fabricaron con sus manos.
»Yo soy YAVÉ, ese es mi nombre. No le voy a dar mi gloria a otro, ni voy a permitir que adoren a los ídolos en lugar de adorarme a mí.
En el pasado hubo falsos profetas entre el pueblo de Dios, así como también los habrá entre ustedes. Sin que ustedes se den cuenta, ellos les darán falsas enseñanzas que los llevarán a ustedes a la condenación. Se atreverán incluso a negar al mismo Señor, que fue quien pagó el precio de su libertad. Pero al hacerlo, ellos mismos atraerán su rápida destrucción.
No, porque esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios, y no quiero que ustedes compartan con los demonios.Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y, a la vez, de la copa de los demonios. No pueden compartir de la mesa del Señor y, a la vez, de la mesa de los demonios.¿Acaso queremos provocar los celos del Señor? No somos más fuertes que él, ¿verdad?
Dios mío, los que se apartan de tu lado se perderán; tú destruirás a quien no te sea fiel.
Acuérdense de los hechos del pasado, que sucedieron hace mucho tiempo. Porque yo soy Dios y no existe ningún otro. Soy Dios y no hay nadie como yo.
¿No saben ustedes que cuando se ponen al servicio de alguien y lo obedecen, son esclavos de él? Pueden ser esclavos del pecado y morir o pueden ser esclavos de Dios y ser aprobados por él.
»Presta atención a todo lo que te he dicho y no invoques a otros dioses; que ni siquiera se oiga que tu boca pronuncia sus nombres.
No tengan miedo, no teman. ¿No se lo dije y se lo anuncié a ustedes desde hace tiempo? Ustedes son mis testigos. ¿Acaso existe otro Dios que no sea yo? No hay otro refugio que yo conozca».
¡Nuestro Dios está en el cielo y hace todo lo que le viene en gana!Los ídolos de esas naciones son oro y plata, productos hechos por manos humanas.
La tierra es del SEÑOR, el mundo y todos los que viven en él.¿Quién es el Rey de gloria? ¡Es el SEÑOR Todopoderoso! ¡Él es el Rey de gloria! SelahÉl fundó el mundo sobre el agua, afirmó sus bases sobre las corrientes subterráneas.
Y cuando te pregunten: “¿Por qué el SEÑOR nuestro Dios nos ha hecho todo esto?”, entonces tú les dirás: “Así como me abandonaron y en su propia tierra se pusieron a servir a dioses extranjeros, así también en la tierra de otros tendrán que servir a gente extranjera”.
No fue suficiente con que Acab cometiera los mismos pecados que Jeroboán hijo de Nabat había cometido, sino que además se casó con Jezabel hija de Et Baal, rey de los sidonios. Entonces Acab comenzó a servir y a adorar a Baal.Acab construyó un templo en Samaria para la adoración de Baal y dentro del templo construyó un altar.Acab también instaló una imagen para adorar a la diosa Aserá. Acab dio más motivos para enojar al SEÑOR, Dios de Israel, que todos los demás reyes que vivieron antes de él.
Por el contrario, seguiremos haciendo todo lo que dijimos que haríamos. Seguiremos ofreciendo incienso y ofrendas de vino a la Reina del Cielo, como siempre lo hemos hecho y como lo hicieron nuestros antepasados, nuestros reyes y jefes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos comida en abundancia, nos iba bien y no teníamos ningún sufrimiento.Pero desde que dejamos de ofrecer incienso y ofrendas de vino a la Reina del Cielo, nos ha faltado todo y la guerra y el hambre están matándonos.Y las mujeres añadieron: —Cuando ofrecíamos holocaustos y bebidas a la Reina del Cielo, ¿acaso no sabían nuestros esposos que hacíamos tortas con su imagen y le ofrecíamos ofrendas de vino?
»¿A quién me les parezco? ¿Con quién me pueden ustedes comparar o igualar apropiadamente?
Acaz tenía 20 años cuando comenzó a reinar, y gobernó durante 16 años en Jerusalén. Él no fue como su antepasado David, pues no hizo lo que le agradaba al SEÑOR.Y ahora ustedes están pensando hacer esclavos a los habitantes de Judá y Jerusalén. Pero, ¿acaso ustedes no son también culpables de haber pecado contra el SEÑOR su Dios?Así que háganme caso y devuelvan a los prisioneros que hicieron de entre sus propios hermanos, porque el SEÑOR está muy enojado con ustedes.Entonces Azarías hijo de Johanán, Berequías hijo de Mesilemot, Ezequías hijo de Salún y Amasá hijo de Hadlay, que eran jefes de Efraín, se enfrentaron al ejército que volvía de la guerray les dijeron: —No traigan aquí a los prisioneros, porque eso nos hará culpables ante el SEÑOR. Lo que ustedes piensan es aumentar los pecados y la culpa que ya tenemos, y Dios está muy enojado con Israel.Entonces los soldados entregaron a los prisioneros y el botín ante los oficiales y toda la asamblea.Se designaron a algunos para que se hicieran cargo de los prisioneros. Con la ropa y el calzado del botín vistieron a los que estaban desnudos, les dieron de comer y beber, los ungieron con aceite, y a los que estaban débiles los montaron en burros y los llevaron hasta Jericó, la ciudad de las palmeras, para devolverles a sus familiares. Después se fueron a Samaria.En aquel tiempo, el rey Acaz acudió a los reyes de Asiria para que lo ayudaran,porque también los edomitas los atacaron y se llevaron prisioneros.Por otro lado, los filisteos habían saqueado las ciudades de la llanura y del Néguev, tomaron las ciudades de Bet Semes, Ayalón, Guederot, Soco, Timná y Guimzó con sus respectivas aldeas, y ocuparon esos lugares.De esta manera el SEÑOR humilló a Judá, porque Acaz, rey de Israel, había fomentado el desenfreno en Judá y había cometido gran infidelidad contra el SEÑOR.Siguió el ejemplo de los reyes de Israel y llegó hasta el extremo de hacer imágenes de los baales,Entonces vino Tiglat Piléser, rey de Asiria, pero en lugar de ayudarlo puso sitio contra él.Acaz le entregó al rey de Asiria todo lo que había en el templo del SEÑOR, el palacio y en las casas de sus comandantes, pero ese rey no le ayudó en nada.Y aunque estaba en tan mala situación, Acaz continuó siendo infiel al SEÑOR.Hizo sacrificios a los dioses de Damasco que lo habían derrotado, pensando así: «Los dioses de los sirios los ayudaron a ellos, también a mí me ayudarán si les ofrezco sacrificios». Pero esos dioses fueron la causa de su ruina y la de todo Israel.Acaz juntó todos los artículos usados en el templo de Dios, los rompió en pedazos, cerró las puertas del templo del SEÑOR y mandó hacer altares en cada esquina de Jerusalén.En cada ciudad de Judá, Acaz hizo santuarios paganos donde quemar incienso a otros dioses, haciendo enojar así al SEÑOR, Dios de sus antepasados.El resto de los hechos y todo lo que hizo, de principio a fin, está escrito en El libro de los reyes de Judá y de Israel.Acaz murió y fue sepultado con sus antepasados en Jerusalén pero no lo pusieron en el panteón de los reyes de Israel. Su hijo Ezequías reinó en su lugar.quemar sacrificios en el valle de Ben Hinón y sacrificar a sus hijos en el fuego; copiando los pecados terribles de las naciones que el SEÑOR expulsó del país cuando vinieron los israelitas.
Ya que la gente creyó que no era importante conocer a Dios, él los dejó que siguieran pervirtiendo su mente y terminaron haciendo lo que no deben.Esta gente se mantiene haciendo toda clase de injusticia, corrupción, codicia y maldad. Viven llenos de envidia, asesinatos, peleas y fraudes. Siempre están pensando mal de los demás. Son unos chismosos;Las buenas noticias anuncian la venida del Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Como ser humano, nació de la familia de David.hablan mal de los demás. Odian a Dios, son insolentes, orgullosos, vanidosos, no obedecen a sus padres e inventan maldades.Son insensatos, no cumplen sus promesas, son insensibles y no tienen piedad de nadie.Aunque saben que la ley de Dios dice que quienes hacen esto merecen morir, no les importa y siguen haciéndolo. Además afirman que están en lo correcto los que hacen todo eso.
No te alejes de mí, no ignores a tu servidor. Dios mío, tú eres mi Salvador. ¡No me dejes solo, no me abandones!
Sé cuidadoso en obedecer todos estos mandamientos que hoy te doy, para que siempre te vaya bien en todo a ti y a tus descendientes, porque estarás haciendo lo que el SEÑOR tu Dios considera bueno y correcto.
Todos ustedes los que respetan al SEÑOR, confíen en el SEÑOR; él es su fuerza y su escudo.
Los guardianes de Israel están ciegos. Ninguno de ellos tiene conocimiento. Todos ellos son perros mudos, no pueden ladrar. Están echados, sueñan y les gusta dormir.Son como perros hambrientos que nunca se llenan. Son pastores sin entendimiento. Cada cual agarró por su camino, y solo se ocupa de sus intereses particulares.
»Pero empezaste a confiar en tu belleza, a prostituir tu fama. Sin ningún pudor te prostituiste con el primero que pasaba.Luego tomaste la hermosa ropa que te di y con ella decoraste tus santuarios dedicados a la fertilidad y allí te prostituiste de una manera nunca antes vista.Con el oro y la plata de las joyas te hiciste ídolos y te prostituiste con ellos.Vestiste a tus ídolos con la hermosa tela que te di. Luego les ofreciste mi aceite y mi incienso.Les ofreciste lo que te di, la sémola, el aceite y la miel, como sacrificio de olor fragante para seducirlos. El Señor DIOS lo ha dicho.
Antes, ustedes no entendían y por eso seguían sus malos deseos. Pero ahora, son hijos obedientes de Dios y no deben vivir como antes.
Ellos no mirarán los altares que han hecho con sus manos; ni las imágenes de Aserá ni los altares de incienso que han hecho con sus dedos.
No se engañen ustedes mismos, porque de Dios no se burla nadie. Uno cosecha lo que siembra.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: