En medio de la desolación y la carestía general tú te reirás; no temerás las bestias salvajes;
Esas cosas os he dicho, a fin de que observándolas fielmente os gocéis con el gozo mío, y vuestro gozo sea completo.
Me hiciste conocer las sendas de la vida; me colmarás de gozo con la vista de tu divino rostro; en tu diestra se hallan delicias eternas.
El corazón contento hace rebosar la alegría en el semblante; con la tristeza del ánimo se abate el espíritu.
Entonces rebosará de gozo nuestra boca, y de júbilo nuestra lengua. Se dirá entonces entre las naciones: Grandiosas cosas ha hecho por ellos el Señor.
La fortaleza y el decoro son sus atavíos; y estará alegre y risueña en los últimos días.
Los mandamientos del Señor son rectos, y alegran los corazones; el luminoso precepto del Señor es el que alumbra los ojos.
El Señor es el que me auxilia y protege; en él esperó mi corazón, y fui socorrido. Y resucitó mi carne; y así le alabaré con todo mi afecto.
Porque de su indignación procede el castigo; y de su buena voluntad pende la vida. Hasta la tarde durará el llanto, y al salir la aurora será la alegría.
Por donde dijo Sara: Dios me ha dado motivo de alegrarme: y cualquiera que lo oyere, se regocijará conmigo.
Orad sin intermisión. Dad gracias por todo al Señor; porque esto es lo que quiere Dios que hagáis todos en nombre de Jesucristo. No apaguéis el Espíritu de Dios.
Trocaste, ¡oh Dios!, mi llanto en regocijo, rasgaste mi cilicio, y me revestiste de gozo,
Regocijaos, ¡oh justos!, en el Señor; a los rectos de corazón es a quienes les está bien alabarle.
Porque las risas o aplausos del insensato son como el vano ruido de las espinas cuando arden debajo de la olla; y así también esto es vanidad.
¿Por qué estás triste, oh alma mía?; y ¿por qué me tienes en esta agitación? Espera en Dios; porque aún cantaré sus alabanzas, como que es el salvador que tengo siempre delante de mí,
Que se regocijen, y se alegren en ti todos los que te buscan; y digan sin cesar los que aman a su salvador : Engrandecido sea el Señor.
Bien presto seremos colmados de tu misericordia; y nos regocijaremos y recrearemos todos los días de nuestra vida.
Porque me has recreado, oh Señor, con tus obras, y al contemplar las obras de tus manos salto de placer.
A proporción de los muchos dolores que atormentaron mi corazón, tus consuelos llenaron de alegría mi alma.
Venid, regocijémonos en el Señor; cantemos con júbilo las alabanzas del Dios, salvador nuestro. Corramos a presentarnos ante su acatamiento, dándole gracias, y entonando himnos a su gloria.
Amaneció la luz al justo, y la alegría a los de recto corazón. Alegraos, pues, ¡oh justos!, en el Señor, y celebrad con alabanzas su santa memoria.
Cantad, pues, festivos himnos a Dios todas las regiones de la tierra; cantad y saltad de alegría, y salmead.
servid al Señor con alegría. Venid llenos de alborozo a presentaros ante su acatamiento.
Aquellos que sembraban con lágrimas segarán llenos de júbilo. Cuando iban, esparcían llorando sus semillas; mas cuando vuelvan, vendrán con gran regocijo, trayendo las gavillas de sus mieses.
Bienaventurados todos aquellos que temen al Señor, que andan por sus santos caminos. Dichoso tú, ¡oh justo!, porque comerás en paz el fruto del trabajo de tus manos; dichoso serás, y todo te irá bien.
Feliz llamaron al pueblo que goza de estas cosas. Mas yo digo: Feliz aquel pueblo que tiene al Señor por su Dios.
La expectación de los justos parará en contento; pero la esperanza de los impíos parará en humo.
Abate al hombre la melancolía del corazón; y con la buena conversación se alegrará.
La luz o prosperidad de los justos causa sólida alegría; pero la lámpara de los impíos se apagará.
Todos los días del pobre son trabajosos; mas la buena conciencia es como un banquete continuo.
Así como la luz de los ojos es la alegría del alma, así la buena reputación llena de jugo los huesos.
El inteligente en un negocio saldrá felizmente de él; mas es el que espera en el Señor, siempre será dichoso.
El ánimo alegre mantiene la edad florida; deseca los huesos la tristeza de espíritu.
Halla su gozo el justo en practicar la virtud; pero los que obran la iniquidad, están en continuo susto.
Dios, al hombre que le es grato, le da sabiduría, y ciencia, y contentamiento; mas al pecador le envía aflicción e inútiles cuidados de acumular y almacenar bienes para dejarlos a quien Dios quiera; lo que no menos es vanidad e inútil tormento de ánimo.
Y así que he conocido que lo mejor de todo es estar alegre, y hacer buenas obras mientras vivimos. Porque cualquier hombre que come y bebe, gozando del fruto de sus fatigas, de Dios recibe este don.
Entiendo, pues, que no hay cosa mejor para el hombre que atender con alegría a sus ocupaciones, y que ésta es su suerte mientras vive. Porque ¿quién podrá ponerlo en estado de conocer lo que ha de acontecer después de sus días?
Y cuando concede Dios a un hombre conveniencias y hacienda, dándole al mismo tiempo facultad para gozar de ellas, y disfrutar de la parte que le ha tocado, y alegrarse con el fruto de su trabajo, es esto un don de Dios.
Tú, pues, en el día que tengas bueno, goza del bien, y prevente para pasar con paciencia el día malo; porque como Dios ha hecho aquél, así ha hecho éste; sin que ningún hombre tenga justo motivo para quejarse.
Anda, pues, y come con alegría tu pan, y bebe con gozo tu vino mientras tus obras son agradables a Dios.
Sacaréis agua con gozo de las fuentes del salvador ; y diréis aquel día: Dad gracias al Señor, e invocad su Nombre; anunciad a las gentes sus designios; acordaos que es excelso su Nombre.
Y sucedió que el año decimocuarto del reinado de Ezequías , Sennaquerib, rey de los asirios, puso sitio a todas las ciudades fortificadas de Judea, y se apoderó de ellas.
Ahora, pues, los que han sido redimidos por el Señor volverán y llegarán a su amada Sión cantando alabanzas, coronados de sempiterna alegría; tendrán gozo y alegría constante, y huirá de ellos el dolor y la pena.
Por tanto saldréis con gozo de la esclavitud, y haréis en paz vuestro viaje a Jerusalén ; los montes y los collados resonarán a vuestra vista en cánticos de alabanza, y los árboles todos del país os aplaudirán meciendo sus ramas.
para cuidar a los de Sión que están llorando, y para darles una corona de gloria, en lugar de la ceniza que cubre sus cabezas; el óleo propio de los días solemnes y alegres en vez de luto; un ropaje de gloria en cambio de su espíritu de aflicción; y los que habitarán en ella serán llamados los valientes en la justicia, plantío del Señor para gloria suya.
sino que os alegraréis, y regocijaréis eternamente en aquellas cosas que voy a crear; pues he aquí que yo formaré a Jerusalén , ciudad de júbilo, y a su pueblo, pueblo de alegría. Y colocaré yo mis delicias en Jerusalén , y hallaré mi gozo en mi pueblo; nunca jamás se oirá en él la voz de llanto, ni de lamento.
Yo hallé tu divina palabra, y me alimenté con ella; y en tu palabra hallé el gozo mío y la alegría de mi corazón; porque yo llevo el nombre de profeta tuyo, ¡oh Señor Dios de los ejércitos!
Entonces se regocijarán las vírgenes al sonido de músicos instrumentos, y también los jóvenes a una con los ancianos. Yo cambiaré su llanto en gozo, y los consolaré, y los llenaré de alegría en cambio de su pasado dolor.
Está en medio de ti el Señor, el Dios tuyo, el fuerte; él te salvará; en ti hallará él su gozo y su alegría, será constante en amarte, se regocijará, y celebrará tus alabanzas.
Alegraos entonces y regocijaos, porque es muy grande la recompensa que os aguarda en los cielos. Del mismo modo persiguieron a los profetas que ha habido antes de vosotros.
Cuando ayunéis no os pongáis tristes como los hipócritas, que desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan. En verdad les digo que ya recibieron su galardón. Tú, al contrario, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava bien tu cara, para que no conozcan los hombres que ayunas, sino únicamente tu Padre que está presente en todo, aun en lo que hay de mas secreto; y tu Padre que ve lo que pasa en secreto te dará por ello la recompensa.
Cuando he aquí que le presentaron un paralítico postrado en un lecho. Y al ver Jesús su fe, dijo al tullido: Ten confianza, hijo mío, que perdonados te son tus pecados.
Le respondió su amo: Muy bien, siervo bueno, siervo diligente y leal; ya que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo mucho; ven a tomar parte en el gozo de tu señor.
Ellas salieron al instante del sepulcro con miedo y con gran gozo, y fueron corriendo a dar la nueva a los discípulos.
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
Con todo eso, no tanto habéis de gozaros, porque se os rinden los espíritus, cuanto porque vuestros nombres están escritos en los cielos.
Os digo que de este modo habrá más fiesta en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no tienen necesidad de penitencia.
Así os digo yo, que harán fiesta los ángeles de Dios por un pecador que haga penitencia.
En verdad, en verdad os digo, que vosotros lloraréis, y lamentaréis mientras el mundo se regocijará; os entristeceréis, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.
Así vosotros ahora a la verdad padecéis tristeza; pero yo volveré a visitaros, y vuestro corazón se bañará en gozo, y nadie os quitará vuestro gozo.
Mas ahora vengo a ti; y digo esto estando todavía en el mundo, a fin de que ellos tengan en sí mismos el gozo que tengo yo.
Me harás entrar otra vez en las sendas de la vida, y colmarme has de gozo con tu presencia.
por el cual así mismo, en virtud de la fe, tenemos cabida en esta gracia, en la cual permanecemos firmes, y nos gloriamos esperando la gloria de los hijos de Dios. Y no nos gloriamos solamente en esto, sino también en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación ejercita la paciencia,
Alegraos con la esperanza del premio; sed pacientes en la tribulación; en la oración continuos;
Que no consiste el reino de Dios en comer, ni en beber esto o aquello, sino en la justicia, en la paz y en el gozo del Espíritu Santo.
El Dios de la esperanza nuestra os colme de toda suerte de gozo y de paz en vuestra creencia, para que crezca vuestra esperanza siempre más y más, por la virtud del Espíritu Santo.
Grande es la confianza que de vosotros tengo, muchos los motivos de gloriarme en vosotros; y así estoy inundado de consuelo, reboso de gozo en medio de todas mis tribulaciones.
Al contrario, los frutos del espíritu son caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, longanimidad, mansedumbre, fe, o fidelidad, modestia, continencia, castidad. Para los que viven de esta suerte no hay ley que sea contra ellos.
En fin, hermanos míos, vosotros alegraos en el Señor. A mí no me es molesto escribiros las mismas cosas, y para vosotros es necesario.
Y la paz de Dios, que sobrepuja a todo entendimiento, sea la guardia de vuestros corazones y de vuestros sentimientos en Jesucristo.
corroborados en toda suerte de fortaleza por el poder glorioso de su gracia, para tener siempre una perfecta paciencia, y longanimidad acompañada de alegría,
La palabra de Cristo o su doctrina en abundancia tenga su morada entre vosotros, con toda sabiduría, enseñándoos y animándoos unos a otros, con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando de corazón con gracia o edificación las alabanzas a Dios.
Vosotros de vuestra parte os hicisteis imitadores nuestros y del Señor, recibiendo su palabra en medio de muchas tribulaciones, con gozo del Espíritu Santo,
como que tengo presente aquella tu fe sincera, la cual primero se vio constantemente en tu abuela Loide, y en tu madre Eunice, y estoy cierto de que igualmente está en ti.
Considerad, pues, atentamente a aquel Señor que sufrió tal contradicción de los pecadores contra su misma persona, a fin de que no desmayéis, perdiendo vuestros ánimos.
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce, o ejercita, la paciencia, y que la paciencia perfecciona la obra; para que así vengáis a ser perfectos y cabales, sin faltar en cosa alguna.
¿Está enfermo alguno entre vosotros?; llame a los presbíteros de la Iglesia, y oren por él, ungiéndole con óleo en el Nombre del Señor.
Si sois infamados por el nombre de Cristo , seréis bienaventurados; porque la honra, la gloria y la virtud de Dios, y su Espíritu mismo reposa sobre vosotros.
Y la nueva que oímos del mismo Jesucristo y os anunciamos, es, que Dios es luz, y en él no hay tinieblas.
Al contrario, alégranse todos aquellos que ponen en ti su esperanza: Se regocijarán eternamente, y tú morarás en ellos. Y en ti se glorificarán todos los que aman tu santo Nombre,
Alegraos, ¡oh justos!, y regocijaos en el Señor, y gloriaos en él vosotros todos los de recto corazón.
Que se alegre Israel en el Señor que le creó, y se regocijen en su rey los hijos de Sión.
El hombre pecador e inicuo caerá en su mismo lazo; y el justo cantará himnos y se regocijará.
Por tanto alabé la alegría del justo; visto que no hay bien para el hombre en esta vida, sino el comer y beber moderadamente, y estar contento, y que esto es lo que únicamente sacará de su trabajo en los días de su vida que le ha concedido Dios en la tierra.
Porque su pesado yugo y la vara que hería sus espaldas, y el bastón de su tirano, tú los hiciste pedazos, como en la jornada de Madián.
Por lo demás, hermanos míos, todo lo que es conforme a la verdad, todo lo que respira pureza, todo lo justo, todo lo que es santo, o santifica, todo lo que os haga amables, todo lo que sirve al buen nombre, toda virtud, toda disciplina loable, esto sea vuestro estudio.
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