Hay personas especiales que Dios ha puesto en tu camino, son personas de bendición y de agrado, que bendecimos en el nombre de Jesús, en la biblia encontramos muchos versículos para agradecer y bendecir esas vidas, no solo bendecimos a esas personas sino a nuestra familia, a nuestro país y hermanos en cristo. “Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.” (Números 6:24-26) también bendecimos a nuestros pastores que son usados por Dios. “Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.” (Salmos 5:12) No solo debemos bendecir a los que nos hacen un bien pues Dios nos mandó a bendecir a esos que nos hacen mal, Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan. (Romanos 12:14)
Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer. Tuve sed y me dieron de beber. Fui extranjero y me hospedaron.No tenía ropa y ustedes me vistieron. Estuve enfermo y me cuidaron. Estuve en la cárcel y me visitaron”.»Entonces los que hacen la voluntad de Dios le preguntarán: “Señor, ¿cuándo vimos que tenías hambre y te dimos de comer? o ¿cuándo te vimos con sed y te dimos de beber?¿Cuándo te vimos sin tener dónde quedarte y te invitamos a nuestra casa? o ¿cuándo te vimos sin ropa y te vestimos?¿Y cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?”Por el contrario, las prudentes llevaron sus lámparas y también aceite de reserva.Entonces el rey les responderá: “Les digo la verdad: cada vez que ustedes hicieron algo por mis hermanos más humildes, también lo hicieron por mí”.
si compartes tu alimento con el que tiene hambre y satisfaces las necesidades del oprimido, entonces tu luz brillará como el amanecer. Tus sombras serán como luz de mediodía.
»Defiendan a los débiles y a los huérfanos, háganles justicia al pobre y al necesitado.Ayuden a los pobres y a los indefensos, protéjanlos de la gente perversa.
Ayúdense cuando se encuentren en problemas, pues así estarán cumpliendo la ley de Cristo.
Juan les contestó: —El que tenga dos mantos que le dé uno al que no tiene y el que tenga comida que la comparta.
Afortunados los que ayudan al pobre a salir adelante porque cuando estén en peligro, el SEÑOR los salvará.Así que te pido SEÑOR que tengas compasión de mí; ayúdame a levantarme para poder pagarles lo que merecen.Solo así podré saber que no estás enojado conmigo y que no incitaste a mis enemigos a que me atacaran.Sabré que era inocente, que tú me ayudaste y me permitiste servirte siempre.Alaben al SEÑOR, el Dios de Israel, que ha existido desde el principio de los siglos y que existirá por toda la eternidad. ¡Qué así sea!El SEÑOR los protegerá y los mantendrá con vida. Serán felices en la tierra y no los dejará caer en manos de sus enemigos.El SEÑOR les dará fortaleza cuando se sientan débiles. Los sanará cuando estén enfermos y en cama.
Cuiden a los necesitados que hay en el pueblo de Dios. Busquen y reciban en su casa a los que necesitan ayuda.
El que explota al pobre ofende al Creador, pero el que le tiene compasión honra a Dios.
Pero si alguien es rico, y ve a su hermano en necesidad y no siente el deseo de ayudarlo, ¿cómo puede vivir el amor de Dios en él?Hijitos, nuestro amor no debe ser solo de palabras, pues el verdadero amor se demuestra con hechos.
»Cuidado con lo que hacen. No hagan algo bueno ante la gente solo para que los demás los vean pues así no recibirán ninguna recompensa de su Padre que está en el cielo.Venga tu reino. Que se haga tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo.Danos hoy los alimentos que necesitamos cada día,y perdona nuestros pecados como nosotros también perdonamos a los que nos han hecho mal.No nos dejes caer en tentación, y líbranos del maligno”. »Porque si ustedes perdonan a los demás el mal que les hagan, su Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes.Pero si ustedes no los perdonan, su Padre tampoco los perdonará a ustedes.»Cuando ayunen, no pongan cara de tristeza como los hipócritas que ponen caras afligidas para que la gente vea que están ayunando. Les digo la verdad: ellos ya han recibido su recompensa.Pero tú cuando ayunes, arréglate bien y lávate la carapara que así no se den cuenta de que estás ayunando. Así solo lo verá tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre que ve todo lo que se hace en secreto, te dará tu recompensa.»No guarden tesoros para ustedes aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido los dañarán, y donde los ladrones entran a robárselos.»Cuando des algo a los pobres, no llames la atención de todo el mundo como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles. Lo hacen para que los demás hablen bien de ellos. Les digo la verdad: con eso, ellos ya tienen su recompensa.Más bien, guarden tesoros para ustedes en el cielo donde ni la polilla ni el óxido los dañarán y donde los ladrones no pueden entrar a robárselos.Pues donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón.»La lámpara del cuerpo son los ojos. Si miras a otros con ganas de ayudarles, todo tu cuerpo estará lleno de luz.Pero si con tus ojos los miras con envidia, entonces todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Si la única luz que tienes es la oscuridad, ¡qué horrible oscuridad tendrás!»Nadie puede servir a dos patrones al mismo tiempo. Odiará a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y a las riquezas. »Por eso les digo: no se preocupen por la comida ni por la bebida que necesitan para vivir, ni tampoco por la ropa que se van a poner. Ciertamente la vida es más que la comida y el cuerpo más que la ropa.Miren a las aves del cielo, ellas no siembran ni cosechan ni tampoco guardan nada en graneros. Sin embargo, su Padre que está en el cielo les da alimento. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?¿Quién de ustedes, por más que se preocupe, va a añadir una hora a su vida?»¿Y por qué se preocupan por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo. Ellos no trabajan ni hilan para hacer su vestido.Sin embargo, les aseguro que ni siquiera el rey Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.Cuando le des algo a un necesitado, no se lo digas ni siquiera a tu mejor amigo.Así que, si Dios así viste a todo lo que crece en el campo, que hoy tiene vida pero que mañana será quemado en un horno, con mucha más razón cuidará de ustedes. ¡No sean gente de poca fe!Así que no se preocupen ni digan: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Qué ropa vamos a usar?”La gente que no conoce a Dios trata de conseguir esas cosas, pero ustedes tienen a su Padre en el cielo que sabe que necesitan todo esto.Así que, primero busquen el reino de Dios y su justicia, y Dios les dará todo lo que necesitan.No se preocupen por el día de mañana, porque el mañana traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene ya sus propios problemas.Lo que hagas debe ser un secreto. Así recibirás recompensa de tu Padre que está en el cielo, porque él ve todo lo que se hace en secreto.
Hermanos míos, ¿de qué puede servir que alguien diga que tiene fe si no hace el bien? ¿Lo podrá salvar esa clase de fe?Supongamos que un hermano o hermana tiene necesidad de vestido o comida.Llega uno de ustedes y le dice: «¡Que Dios lo bendiga, abríguese y aliméntese!» Sin embargo, si no le da lo que realmente necesita en ese momento, ¿de qué sirve?De la misma manera, si la fe no está acompañada de hechos, así sola está muerta.
Pero un samaritano que viajaba por ahí llegó a donde estaba el hombre, y al verlo se compadeció de él.Entonces se acercó al hombre, derramó aceite y vino en las heridas y las vendó. Luego lo montó en su animal de carga y lo llevó a una pequeña posada donde lo cuidó.
Siempre les mostré que deben trabajar así y ayudar a los débiles. Les recordé esto que dijo el Señor Jesús: “Uno es más afortunado cuando da que cuando recibe”».
Si hubiera un pobre entre tus hermanos en una de tus ciudades de la tierra que el SEÑOR te da, no serás egoísta y no te negarás a ayudarle.Serás generoso con él y le prestarás lo que necesite.
Los perversos piden dinero prestado y nunca pagan sus deudas. En cambio, los justos son solidarios y generosos con los demás.
Recuerden esto: el que siembra poco, cosecha poco, pero el que siembra mucho, cosecha mucho.Cada uno debe dar lo que en su corazón ha decidido dar y no lo haga con tristeza ni por obligación. Dios ama a los que dan con alegría.
El que ayude a los pobres siempre tendrá lo necesario; el que se niegue a ayudarlos pasará muchas dificultades.
»¿No es más bien el ayuno que yo prefiero quitar las cadenas de injusticia, desatar las cuerdas del yugo, dejar libre al oprimido y romper todo yugo?¿No es compartir tu alimento con el que tiene hambre y darle hospedaje en tu casa al pobre que no tiene dónde vivir? ¿No es dar de vestir al desnudo y dejar de esconderte de tus familiares?
porque las iglesias de Macedonia y Acaya decidieron hacer una colecta. Quieren ayudar al pueblo de Dios que es pobre y vive en Jerusalén.Querían hacerlo y de hecho es su obligación, porque ellos no son judíos pero ahora están compartiendo las bendiciones espirituales de los judíos. A cambio, deben compartir con ellos los bienes materiales que tienen.
El SEÑOR hace justicia a los oprimidos, alimenta a los que tienen hambre y libera a los prisioneros.El SEÑOR da la vista a los ciegos; el SEÑOR ayuda a los que están en dificultades; el SEÑOR ama a los justos.El SEÑOR protege a los inmigrantes, cuida a los huérfanos y a las viudas y les amarga la vida a los perversos.
En lugar de eso, cuando hagas una fiesta, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos.Serás afortunado de que ellos no tengan cómo pagarte, porque recibirás tu recompensa en la resurrección de los justos.
»Si le prestas dinero a algún pobre de mi pueblo, no te portes con él como un prestamista y no le cobres intereses.Si él te entrega su abrigo para garantizarte que te va a pagar, devuélveselo antes del anochecer,pues si no tiene su abrigo para protegerse del frío, no va a tener con qué cubrir su cuerpo a la hora de dormir. Si él me pide ayuda, lo escucharé porque yo soy compasivo.
Ordena a los que se hacen ricos con las cosas del mundo que no se llenen de orgullo. Diles que pongan su esperanza en Dios, no en el dinero, porque el dinero no es seguro. En cambio, Dios nos da todo en abundancia para disfrutarlo.Diles que hagan el bien, que se hagan ricos en buenas obras, que den con alegría y que estén dispuestos a compartir.Si así lo hacen, estarán acumulando un tesoro en el cielo, que será una base firme para el futuro. Entonces podrán tener la verdadera vida.
Pon en mí el deseo de cumplir con tus mandatos y no el de satisfacer mis deseos egoístas.
La religión pura y sin contaminación que Dios sí acepta, es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus dificultades y no dejarse influenciar por la maldad del mundo.
Y el que le dé aunque sea un vaso de agua fresca a uno de mis seguidores menos importantes, por solo el hecho de ser mi seguidor, les digo la verdad: también será recompensado».
¿No es compartir tu alimento con el que tiene hambre y darle hospedaje en tu casa al pobre que no tiene dónde vivir? ¿No es dar de vestir al desnudo y dejar de esconderte de tus familiares?
Vendan lo que tienen y den el dinero a los pobres. Consigan bolsas que no se desgasten; tesoro en el cielo que no se acabe, donde ningún ladrón puede alcanzarlo ni la polilla puede destruirlo,porque donde esté su tesoro, allí estará su corazón.
Cuando recojas la cosecha en tu tierra y olvides un costal de grano en el campo, no regreses por él. Debe dejarse para el inmigrante, el huérfano o la viuda, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en todo lo que hagas.Si ella deja su casa, va y se casa con otro hombre,Cuando recojas las aceitunas de tus olivos, no repases todas sus ramas de nuevo. Las que queden serán para el inmigrante, el huérfano o la viuda.Cuando recojas las uvas de tu viñedo, no vayas a buscar de nuevo las que queden, serán para el inmigrante, el huérfano o la viuda.
Ténganse cariño unos a otros, como hermanos. Den preferencia a los demás y respétense unos a otros.
A dondequiera que vayas, haz el bien, que después de un tiempo el bien que hagas te será devuelto.
No se trata de que ustedes tengan que pasar necesidades por ayudar a otros, sino que haya igualdad para todos.Mi intención es que ustedes, que ahora tienen en abundancia, ayuden a otros que no tienen lo necesario. Luego, cuando a ustedes les falte, otros que tienen en abundancia los ayudarán, y así habrá igualdad para todos.Así dicen las Escrituras: «Al que recogió mucho, no le sobró; y al que recogió poco, no le faltó».
»Así que, traten a los demás como les gustaría que los trataran a ustedes. Ese es el verdadero significado de la ley y de la enseñanza de los profetas.
Ellos nos hicieron solo una petición: que siempre ayudáramos a los pobres, que es precisamente lo que yo he estado haciendo con dedicación.
No se olviden de hacer el bien a los demás ni de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios.
SEÑOR, tú escucharás las oraciones de la gente humilde y le darás ánimo a su corazón; préstales atención.Protege a los indefensos, haz justicia a los pobres y oprimidos, y que el ser humano no cause más violencia sobre la tierra.
Den a los demás y ustedes también recibirán. Se les dará una cantidad mayor a la que puedan contener en su regazo, aunque se la haya agitado y apretado al máximo, siempre se rebosará. Porque con la misma medida que ustedes midan a los demás, Dios los volverá a medir a ustedes».
»Cultiva tus campos y cosecha los frutos durante seis años,pero en el séptimo año dejarás descansar la tierra para que los pobres coman de ella y los animales salvajes se alimenten de lo que quede. Haz lo mismo con tus viñedos y tus olivos.
El SEÑOR protege a los inmigrantes, cuida a los huérfanos y a las viudas y les amarga la vida a los perversos.
Dios tiene el poder de darles más bendiciones de las que necesitan para que siempre tengan lo suficiente para ustedes y también para que puedan ayudar generosamente a toda buena causa.
Así mismo, ustedes deben ser luz para los demás de tal manera que todos puedan ver sus buenas obras y adoren a su Padre que está en los cielos.
El que atesora riquezas prestando dinero a interés las atesora para el que tiene compasión de los pobres.
Cada uno de ustedes recibió un don espiritual que debe ser utilizado para servir a los demás. Así serán buenos administradores del generoso amor que Dios les ha dado en tantas formas.
Levanta del polvo al pobre, y al necesitado lo saca de la basura,para sentarlo con gente importante, los principales de su pueblo.
Cuando hayas terminado de separar la décima parte de toda tu cosecha en el tercer año, el año de la entrega de la décima parte de tu cosecha, y se la hayas dado a los levitas, a los inmigrantes, a los huérfanos y a las viudas para que tengan suficiente para comer en todas tus ciudades,entonces dirás ante el SEÑOR tu Dios: «He apartado la parte sagrada de la cosecha de mi casa y se la he dado a los levitas, a los inmigrantes, a los huérfanos y a las viudas, como me mandaste hacerlo. No he desobedecido ni olvidado ninguno de tus mandamientos.
Así tú llamarás y el SEÑOR responderá. Gritarás pidiendo ayuda y él te dirá: “Aquí estoy”. »Si quitas de ti la opresión, el dedo acusador y las palabras perversas,
Entonces el rey les responderá: “Les digo la verdad: cada vez que ustedes hicieron algo por mis hermanos más humildes, también lo hicieron por mí”.
Es mejor ser humilde y vivir con los pobres que compartir riquezas con los orgullosos.
No debemos cansarnos de hacer el bien. Si no nos rendimos, tendremos una buena cosecha en el momento apropiado.
Nosotros que no tenemos esas dudas, debemos soportar pacientemente las deficiencias de los que tienen dudas, y no buscar agradarnos a nosotros mismos.
Sabemos lo que es el verdadero amor porque Cristo dio su vida por nosotros. Entonces nosotros también debemos dar la vida por nuestros hermanos.Pero si alguien es rico, y ve a su hermano en necesidad y no siente el deseo de ayudarlo, ¿cómo puede vivir el amor de Dios en él?Hijitos, nuestro amor no debe ser solo de palabras, pues el verdadero amor se demuestra con hechos.
A todo el que te pida algo, dáselo. Si alguien toma de ti lo que no es suyo, no le pidas que te lo devuelva.
Todos los creyentes permanecían unidos y compartían sus bienes.Vendían lo que tenían y repartían el dinero entre los que estaban necesitados.
»El pobre y el necesitado buscan agua y no hay. Su lengua está reseca de la sed. Pero yo, el SEÑOR, les ayudaré; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Pero el SEÑOR dice: «Yo vendré a defender a los pobres que sufren por causa de los perversos que los han oprimido y maltratado. Yo les daré la seguridad que han estado buscando».
Gente mala que se cree mejor que yo mintió sobre mí, pero yo sigo cumpliendo de todo corazón tus instrucciones.Te agradeceré de todo corazón cuando haya aprendido tus justas órdenes.Ellos tienen la mente embrutecida; yo, en cambio, disfruto tus enseñanzas.
Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su impureza a los que tienen enfermedades de la piel y expulsen demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, así que también den gratuitamente.
Supongamos que un hermano o hermana tiene necesidad de vestido o comida.Llega uno de ustedes y le dice: «¡Que Dios lo bendiga, abríguese y aliméntese!» Sin embargo, si no le da lo que realmente necesita en ese momento, ¿de qué sirve?
El que recibió el don de animar a otros, que se dedique a animarlos. El que recibió el don de dar, hágalo con el sincero deseo de ayudar. El que recibió el don de dirigir, hágalo lo mejor posible. El que recibió el don de ser compasivo con otros, hágalo con alegría.
Cuando Jesús escuchó esto, le dijo: —Todavía hay algo que te hace falta: vende todo lo que tienes y reparte el dinero a los pobres. Así tendrás una recompensa en el cielo. Luego ven y sígueme.
No robes al pobre porque es pobre, tampoco oprimas en el juzgado al necesitado,pues el SEÑOR está de su lado, los defenderá y despojará al que les robe.
Cornelio lo miro fijamente y todo asustado le dijo: —¿Qué quieres, señor? El ángel le dijo: —Dios ha escuchado tus oraciones y ha tenido en cuenta tus contribuciones a los pobres.
He vivido muchos años y nunca he visto al justo desamparado, ni a sus hijos sin tener qué comer.
Ustedes tendrán toda clase de riquezas para que puedan ser generosos. La ofrenda que ustedes envíen con nosotros, motivará a muchos a dar gracias a Dios.
Afortunados los que tienen compasión de otros, porque Dios también tendrá compasión de ellos.
Afortunados los que ayudan al pobre a salir adelante porque cuando estén en peligro, el SEÑOR los salvará.
El SEÑOR te guiará permanentemente, dará satisfacción a tus necesidades cuando estés en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como un jardín, como manantial de agua que nunca se seca.
El que se niega a tenderle la mano al pobre, tampoco recibirá ayuda cuando la necesite.
Entonces, hermanos les pido que respondan a la gran bondad que Dios nos ha mostrado. Ofrézcanle sus cuerpos como sacrificio vivo. Vivan sólo para Dios y sean agradables a él. Tal adoración es su verdadero propósito como seres humanos razonables.Ténganse cariño unos a otros, como hermanos. Den preferencia a los demás y respétense unos a otros.No sean perezosos con los trabajos que deban hacer para el Señor, y hagan todo con entusiasmo.Alégrense en la esperanza, tengan paciencia en las dificultades y sean constantes en la oración.Cuiden a los necesitados que hay en el pueblo de Dios. Busquen y reciban en su casa a los que necesitan ayuda.Pidan que Dios bendiga a los que los persiguen; pidan bendiciones y no maldiciones para ellos.Alégrense con los que están alegres. Lloren con los que lloran.Vivan en paz y armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino amigos de los que la gente desprecia. No se crean mejores ni más sabios que los demás.No devuelvan mal por mal. Preocúpense por ganar el respeto de todos haciendo el bien.Traten de hacer lo posible para vivir en paz con los demás.Queridos amigos, no traten de vengarse de alguien, sino esperen a que Dios lo castigue, porque así está escrito: «Yo soy el que castiga, les daré el pago que merecen», dice el Señor.No vivan según el modelo de este mundo. Mejor dejen que Dios transforme su vida con una nueva manera de pensar. Así podrán entender y aceptar lo que Dios quiere y también lo que es bueno, perfecto y agradable a él.
Deberás ser generoso con él, y tu actitud deberá ser amistosa cuando lo ayudes, porque por este acto el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todo tu trabajo y en lo que hagas.
Señor, ten compasión de mí, aunque sea tan solo un hombre pobre e indefenso. Dios mío, tú eres quien me ayuda y me salva. ¡No llegues demasiado tarde!
Jesús le contestó: —Si tú quieres ser perfecto, ve y vende todo lo que tienes. Dales ese dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
El justo se interesa por los derechos de los pobres, pero al perverso nada le importan.
Si alguno no mantiene a su familia, particularmente a los de su propio hogar, niega la fe y es peor que el que no cree en Dios.
La gente humilde que ha venido a adorar a Dios se sentirá feliz por la alegría de Dios.El SEÑOR escucha a la gente necesitada y no olvida a los que están presos.
»No maltrates ni oprimas a los inmigrantes porque ustedes también fueron inmigrantes en Egipto.»No maltrates a las viudas ni a los huérfanos.Si los maltratas y ellos me piden ayuda, con toda seguridad que yo los voy a oír.Me enojaré mucho y te mataré a espada, tus mujeres quedarán viudas y tus hijos huérfanos.
¿Para qué ayunamos, si no lo ves? ¿Para qué nos humillamos, si no lo notas? »Ustedes hacen lo que les gusta hacer en su día de ayuno. Explotan a todos sus trabajadores.
Hay un segundo mandamiento parecido a este: “Ama a tu semejante como te amas a ti mismo”.
El SEÑOR Dios brilla sobre nosotros y nos protege; nos bendice con bondad y gloria. El SEÑOR no le niega ninguna bendición al que vive con integridad.
Siempre que podamos, hagamos el bien a todos, especialmente a los que pertenecen a la familia de la fe.
Reparte sus bienes, da a los pobres. Nunca deja de hacer lo que es justo y recibirá grandes honores.
»No codicies la casa de tu semejante, ni codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada de lo que él tenga».
SEÑOR, recuérdame cuando tengas compasión de tu pueblo; fíjate en mí cuando traigas salvación,
Así que, primero busquen el reino de Dios y su justicia, y Dios les dará todo lo que necesitan.
Ustedes son hermanos en Cristo, así que sigan tratándose unos a otros con amor.Tenemos aceso a un altar y los sacerdotes que sirven en la carpa sagrada no tienen derecho a comer de lo sacrificado en ese altar.El sumo sacerdote lleva la sangre de un animal al Lugar Santísimo. Ofrece la sangre por los pecados, pero el cuerpo de esos animales se quema fuera del campamento.Por lo cual Jesús también sufrió la muerte fuera de la ciudad para purificar a su pueblo con su propia sangre.Vayamos al encuentro de Jesús fuera del campamento y aceptemos la misma humillación que Jesús soportó.Aquí en la tierra no tenemos un hogar permanente porque esperamos la ciudad venidera.Por medio de Jesús ofrezcamos siempre un sacrificio a Dios. Ese sacrificio es la alabanza que viene de los labios que proclaman su nombre.No se olviden de hacer el bien a los demás ni de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios.Háganles caso a sus líderes y respeten su autoridad, porque ellos son responsables de ustedes y por eso siempre están pendientes de protegerlos. Háganles caso para que ellos realicen su trabajo con alegría y de buena gana. Ustedes no sacan nada con hacerles la vida difícil a ellos.Oren por nosotros. Tenemos la seguridad de estar en lo correcto porque siempre procuramos hacer lo mejor.Les suplico que oren a Dios para que me lleve pronto de vuelta a ustedes.Den hospedaje a los que lo necesitan, pues recuerden que algunos que así lo hicieron, sin darse cuenta, hospedaron ángeles.
Porque tú has sido refugio para los pobres; les has dado seguridad a los necesitados en sus angustias. Has sido cobijo durante las tempestades y sombra en el tiempo caluroso. Cuando los poderosos atacan, son como una tormenta de invierno,
Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno; su fiel amor es para siempre.Al que hirió a los hijos mayores de Egipto, tanto de seres humanos como animales, porque su fiel amor es para siempre.Al que sacó a Israel de Egipto, porque su fiel amor es para siempre.Extendió su brazo poderoso y su mano fuerte, porque su fiel amor es para siempre.Al que abrió el mar Rojo, porque su fiel amor es para siempre.Al que guió a Israel a cruzar por en medio del mar, porque su fiel amor es para siempre.Al que hundió al faraón y a sus soldados en el mar Rojo, porque su fiel amor es para siempre.Al que guió a su pueblo en el desierto, porque su fiel amor es para siempre.Al que acabó con reyes poderosos, porque su fiel amor es para siempre.Al que les quitó la vida a reyes fuertes, porque su fiel amor es para siempre.Mató a Sijón, rey de los amorreos, porque su fiel amor es para siempre.Den gracias al Dios de dioses, porque su fiel amor es para siempre.Mató a Og, el rey de Basán, porque su fiel amor es para siempre.Luego le dio las tierras de ellos al pueblo de Israel, porque su fiel amor es para siempre.Le dio de herencia esa tierra a su siervo Israel, porque su fiel amor es para siempre.Al que cuando sufrimos la derrota se acordó de nosotros, porque su fiel amor es para siempre.Al que nos salvó de nuestros enemigos, porque su fiel amor es para siempre.Dios les da alimento a todos los seres vivientes, porque su fiel amor es para siempre.¡Alaben al Dios de los cielos!, porque su fiel amor es para siempre.Den gracias al Señor de señores, porque su fiel amor es para siempre.
El Señor DIOS ha puesto su Espíritu en mí porque el SEÑOR me ungió con aceite para anunciar las buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a sanar a los afligidos, a anunciar liberación a los prisioneros y libertad a los presos.Por causa del SEÑOR me alegro mucho y todo mi ser se llena de felicidad. Porque me ha vestido de salvación y me ha puesto una capa de libertad. Quedé como un novio vestido para la boda o como una novia adornada con sus joyas.Porque así como crecen las plantas en la tierra y brotan las semillas en un jardín, así el Señor DIOS hará que brote justicia salvadora y alabanza delante de todas las naciones.Me eligió para anunciar el año en que el SEÑOR se mostrará favorable y el día en que nuestro Dios se vengará. Me eligió también para consolar a todos los que están tristes,para darle al pueblo afligido de Sion una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, vestido de alabanza en vez de espíritu triste. Ellos serán llamados robles de justicia, la planta gloriosa del SEÑOR.
El SEÑOR los protegerá y los mantendrá con vida. Serán felices en la tierra y no los dejará caer en manos de sus enemigos.
Porque nuestro rey ayuda a los necesitados, a los indefensos que buscan su protección.Nuestro rey tiene compasión de la gente pobre e indefensa; les salva la vida a los necesitados.Los librará de la opresión y de la violencia, la vida de ellos es muy importante para el rey.
Él se encarga de hacer justicia a las viudas y a los huérfanos. Él ama al inmigrante que habita contigo y le da comida y ropa.
El experto de la ley le contestó: —El que tuvo compasión de él. Entonces Jesús le dijo: —Ve y haz tú lo mismo.
Los guardianes de Israel están ciegos. Ninguno de ellos tiene conocimiento. Todos ellos son perros mudos, no pueden ladrar. Están echados, sueñan y les gusta dormir.Son como perros hambrientos que nunca se llenan. Son pastores sin entendimiento. Cada cual agarró por su camino, y solo se ocupa de sus intereses particulares.
Eres bueno y perdonas, Señor; es abundante tu fiel amor para todos los que te piden ayuda.
Todos los creyentes pensaban de la misma manera y estaban todos de acuerdo. Ninguno de ellos decía que lo que tenía era solo suyo, sino que era de todos.Obrando milagros los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios bendecía mucho a todos los creyentes.En el grupo no había ningún necesitado porque vendían sus tierras y sus casas, traían el dinero de la ventay se lo daban a los apóstoles. Después repartían a cada uno según sus necesidades.
¿No es compartir tu alimento con el que tiene hambre y darle hospedaje en tu casa al pobre que no tiene dónde vivir? ¿No es dar de vestir al desnudo y dejar de esconderte de tus familiares?»Entonces tu luz brillará como el amanecer, y tus heridas sanarán pronto. Irá delante de ti quien te declara sin culpa y la gloria del SEÑOR te seguirá.
Hay quienes dan con generosidad y reciben más de lo que dan; pero hay quienes son tacaños y terminan en la pobreza.
»Cuidado con lo que hacen. No hagan algo bueno ante la gente solo para que los demás los vean pues así no recibirán ninguna recompensa de su Padre que está en el cielo.
Él creó el cielo, la tierra y los mares y todo lo que habita en ellos; él sigue fiel para siempre.
El SEÑOR es compasivo y justo; nuestro Dios es misericordioso.El SEÑOR protege a la gente sencilla; me quedé sin fuerzas y él me salvó.
Cada quien conseguirá lo bueno conforme a lo que habla, y cada uno recibe de acuerdo a lo que hace.
Pero si alguien es rico, y ve a su hermano en necesidad y no siente el deseo de ayudarlo, ¿cómo puede vivir el amor de Dios en él?
Ahora voy a Jerusalén para ayudar al pueblo de Dios allí,porque las iglesias de Macedonia y Acaya decidieron hacer una colecta. Quieren ayudar al pueblo de Dios que es pobre y vive en Jerusalén.Querían hacerlo y de hecho es su obligación, porque ellos no son judíos pero ahora están compartiendo las bendiciones espirituales de los judíos. A cambio, deben compartir con ellos los bienes materiales que tienen.
Él me dijo: “Cornelio, tus oraciones fueron escuchadas y Dios ha tomado en cuenta tus contribuciones para los pobres.
Él hará justicia a los pobres, salvará a los hijos de los necesitados y castigará a los opresores.
Qué bueno y qué agradable es cuando el pueblo de Dios se reúne en armonía.Es como el aceite dulce y fragante que se derrama sobre la cabeza de Aarón y cubre todo su rostro y sus vestiduras.
Hermanos, es posible que alguno de ustedes caiga en la trampa del pecado. Ustedes, que son guiados por el Espíritu, acérquense a él y ayúdenle a corregir su error. Pero ¡ojo!, háganlo con humildad, pues ustedes también pueden caer en tentación.
Amo al SEÑOR porque escucha mis oraciones;Aunque pensaba: «Qué desgraciado soy», seguí creyendo en él.Desesperado pensaba que todos los seres humanos son unos mentirosos.¿Cómo le puedo pagar al SEÑOR por todo el bien que me ha hecho?Él me salvó, así que brindaré por él, y alabaré el nombre del SEÑOR.Cumpliré frente a todo el mundo las promesas que le hice al SEÑOR.Para el SEÑOR es muy dolorosa la muerte de uno de sus fieles.SEÑOR, yo soy tu siervo, hijo de una sierva tuya. Tú has roto mis cadenas.Te haré mi ofrenda de agradecimiento; invocaré el nombre del SEÑOR.Cumpliré frente a todo el mundo las promesas que le hice al SEÑOR,en los patios del templo del SEÑOR, en medio de ti, Jerusalén. ¡Aleluya!me escucha cuando le pido ayuda. Por eso le seguiré pidiendo toda mi vida.
Con todo mi corazón alabo al SEÑOR; que todo mi ser alabe su santo nombre.No nos ha dado el castigo que merecen nuestros pecados; ni nos trata conforme a nuestras maldades.El fiel amor que Dios les tiene a los que lo respetan es tan inmenso como el cielo sobre la tierra.Dios se ha llevado nuestros pecados tan lejos de nosotros como lejos están el oriente y el occidente.El SEÑOR es tan bueno con los que lo respetan como un padre con sus hijos.Dios sabe todo de nosotros; sabe que estamos hechos de polvo.La vida del ser humano es como la hierba, florece como la flor del campo,apenas el viento sopla con fuerza, muere, y ya nadie sabe ni siquiera en dónde estaba.Pero el fiel amor del SEÑOR a quienes lo respetan, siempre ha existido y seguirá existiendo. Su justicia es de generación en generacióncon la gente que sigue sus enseñanzas y que no se olvida de obedecer sus mandamientos.El SEÑOR ha colocado su trono en el cielo; y desde allí su reino lo controla todo.Con todo mi corazón alabo al SEÑOR y no olvides ninguno de sus beneficios.Alaben al SEÑOR, ustedes sus ángeles, soldados poderosos que lo obedecen, que escuchan a Dios y obedecen sus órdenes.Alaben al SEÑOR todos sus ejércitos, siervos que cumplen la voluntad de Dios.Alabe al SEÑOR toda la creación, en todos los lugares de su dominio. ¡Con todo mi corazón alabo al SEÑOR!Dios perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades.Él salva mi vida de la muerte; me corona de fiel amor y compasión.Me bendice en abundancia, me rejuvenece como el águila.
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