Por lo cual, consolaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
Amaos los unos a los otros con amor fraternal, en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados de Dios.
Cántico gradual: de David ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de longanimidad; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros. Si alguno tuviere queja contra otro, de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de caridad que es el vínculo de perfección.
Y Jehová es el que va delante de ti; Él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas, ni desmayes.
Así que, los que somos fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo para su bien, para edificación.
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta las mil generaciones;
Al Músico principal; para los hijos de Coré: Salmo sobre Alamot Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportándoos los unos a los otros en amor,
El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo; y hay un amigo más cercano que un hermano.
El ungüento y el perfume alegran el corazón: Y el amigo al hombre con el cordial consejo.
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga por su trabajo. Porque si caen, el uno levantará a su compañero. Pero ¡ay de aquel que está solo cuando cae! Pues no habrá segundo que lo levante.
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo el que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
El que cubre la falta, busca amistad; mas el que la divulga, aparta a los mejores amigos.
No abandones a tu amigo, ni al amigo de tu padre; ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos.
sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre preparados para responder con mansedumbre y temor a todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas.
y considerémonos unos a otros para provocarnos al amor y a las buenas obras; no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salvará a los contritos de espíritu.
Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados.
El que se compadece del pobre, a Jehová presta, y lo que ha dado, Él se lo volverá a pagar.
La caridad es sufrida, es benigna; La caridad no tiene envidia, la caridad no es jactanciosa, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; no se goza en la injusticia, mas se goza en la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Mi carne y mi corazón desfallecen; mas Dios es la fortaleza de mi corazón, y mi porción para siempre.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia; porque a Cristo el Señor servís.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en el cielo.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y súplica, con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de templanza.
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; sí, siempre te ayudaré, siempre te sostendré con la diestra de mi justicia.
No os ha tomado tentación, sino humana; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar; sino que con la tentación dará también la salida, para que podáis resistir.
En el día que temo, yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra: En Dios he confiado, no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad con gozo;
Y a Aquél que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos, o entendemos, según el poder que opera en nosotros,
Al Músico principal: Masquil para los hijos de Coré Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino por amor servíos los unos a los otros.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros; es un don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Tú guardarás en perfecta paz, a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza, o por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa será alabada.
Salmo de David Jehová es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?
Por lo cual estoy seguro que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra criatura nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Me mostrarás la senda de la vida: Plenitud de gozo hay en tu presencia; delicias en tu diestra para siempre.
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra fe; que fiel es el que prometió;
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra.
Porque las montañas se moverán, y los collados temblarán; mas no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz será removido, dice Jehová, el que tiene misericordia de ti.
Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, luego pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sin hipocresía.
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.
Por tanto, os ruego hermanos por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro servicio racional.
Porque todas las cosas son hechas por amor a vosotros, para que la abundante gracia, mediante la acción de gracias de muchos, redunde para la gloria de Dios.
Mas la misericordia de Jehová desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; Sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
He aquí, Dios es mi salvación; confiaré, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es Jehová, Jehová, el cual ha sido mi salvación.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo de Jehová: Él es mi refugio y mi fortaleza; mi Dios, en Él confiaré. Él te librará del lazo del cazador; de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad.
Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; y no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fortaleza.
Jehová te bendiga, y te guarde: Jehová Haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia: Jehová alce su rostro sobre ti, y ponga en ti paz.
Esforzaos y sed valientes; no temáis, ni tengáis miedo de ellos; porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.
Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable, he aquí ahora el día de salvación.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: