Online na Bibliya

Mga patalastas


Ang buong bibliya Lumang Tipan Bagong Tipan




Mateo 26:35 - La Biblia Textual 3a Edicion

Pedro le dice: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

Tingnan ang kabanata
Ipakita Interlinear Bible

Higit pang mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

Tingnan ang kabanata

Biblia Nueva Traducción Viviente

—¡No! —insistió Pedro—. Aunque tenga que morir contigo, ¡jamás te negaré! Y los demás discípulos juraron lo mismo.

Tingnan ang kabanata

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pedro insistió: 'Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré'. Y los demás discípulos le aseguraban lo mismo.

Tingnan ang kabanata

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pedro le dice: 'Pues aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré'. Y otro tanto dijeron también todos los discípulos.

Tingnan ang kabanata

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

Tingnan ang kabanata

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Pedro le contestó: —Aunque tenga que morir contigo, yo nunca diré que no te conozco. Los demás discípulos dijeron lo mismo.

Tingnan ang kabanata
Iba pang mga pagsasalin



Mateo 26:35
10 Mga Krus na Reperensya  

Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Haremos todo lo que YHVH ha hablado. Y Moisés refirió las palabras del pueblo a YHVH.


¡Dichoso el hombre que teme siempre! Pero el contumaz caerá en la desgracia.


La soberbia del hombre lo humillará, Pero el de espíritu humilde recibirá honra.


pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, Yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.°


Le dice Pedro: Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Mi vida pondré por ti.


Bien, por incredulidad fueron desgajadas, y tú por la fe estás firme. No seas arrogante, sino teme.


Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.


Por tanto, amados míos, como siempre obedecisteis, no sólo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia, alistad vuestra propia salvación con temor y temblor.


Y si invocáis por Padre al que juzga imparcialmente según la obra de cada uno, conducíos con temor todo el tiempo de vuestra peregrinación,