Online na Bibliya

Mga patalastas


Ang buong bibliya Lumang Tipan Bagong Tipan




Hechos 1:18 - La Biblia Textual 3a Edicion

(Éste compró un campo del salario de su iniquidad, y habiéndose hinchado,° reventó por medio y se derramaron todas sus entrañas;

Tingnan ang kabanata
Ipakita Interlinear Bible

Higit pang mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron.

Tingnan ang kabanata

Biblia Nueva Traducción Viviente

(Judas había comprado un campo con el dinero que recibió por su traición. Allí cayó de cabeza, se le reventó el cuerpo y se le derramaron los intestinos.

Tingnan ang kabanata

Biblia Católica (Latinoamericana)

-Sabemos que con el salario de su pecado se compró un campo, se tiró de cabeza, su cuerpo se reventó y se desparramaron sus entrañas.

Tingnan ang kabanata

Biblia Serafín de Ausejo 1975

pero adquirió un campo con el precio de la traición, cayó de cabeza, reventó y se le salieron todas las entrañas.

Tingnan ang kabanata

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Este, pues, adquirió un campo con el salario de su iniquidad, y cayendo rostro abajo, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron.

Tingnan ang kabanata

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Cuando traicionó a Jesús, con el dinero que le dieron fue y compró un terreno. Pero luego se cayó de cabeza y se estrelló contra el suelo.

Tingnan ang kabanata
Iba pang mga pagsasalin



Hechos 1:18
12 Mga Krus na Reperensya  

¡Sorpréndalos la Muerte y desciendan vivos al Seol! Porque el mal está en sus moradas, instalado en medio de ellos.


Oh ’Elohim, Tú los harás bajar a la fosa profunda; Los sanguinarios y los traidores no llegarán a la mitad de sus días, Pero yo he confiado en ti.


Y me dijo YHVH: ¡Échalo al tesoro!° ¡Valioso precio con que me han preciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en el tesoro de la Casa de YHVH.


porque ciertamente te honraré en gran manera y haré todo lo que me digas. Ven pues ahora, maldíceme a este pueblo.


Fueron, pues, los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con la paga para el adivino en sus manos,° y llegaron a Balaam, y le hablaron las palabras de Balac.


A uno dio cinco talentos° a otro dos, y a otro uno; a cada uno según su capacidad. Y se fue de viaje.