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Génesis 31:1 - La Biblia Textual 3a Edicion

Pero oía las palabras de los hijos de Labán, diciendo: Jacob ha tomado todo lo de nuestro padre, y toda esta riqueza la ha hecho con lo que era de nuestro padre.

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Biblia Reina Valera 1960

Y oía Jacob las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Jacob se enteró de que los hijos de Labán se quejaban de él, y decían: «¡Jacob le robó todo a nuestro padre! Logró toda su riqueza a costa de nuestro padre».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Supo Jacob lo que los hijos de Labán andaban diciendo: 'Jacob se ha apoderado de todo lo de nuestro padre, y con lo de nuestro padre ha hecho toda esa fortuna.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Oyó Jacob que los hijos de Labán decían: 'Jacob se ha apoderado de todo lo que era de nuestro padre, y con lo de nuestro padre ha hecho él toda esa fortuna'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y oía él las palabras de los hijos de Labán que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta grandeza.

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Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Los hijos de Labán decían que Jacob se había hecho rico gracias a su padre.

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Génesis 31:1
23 Mga Krus na Reperensya  

Y el hombre se enriqueció muchísimo y logró poseer numerosos rebaños, siervas y siervos, y camellos y asnos.


Y observaba Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como en días anteriores.°


Entonces respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son mías, los hijos° son míos, las ovejas son mías, y todo lo que tú ves es mío. Así pues, ¿qué puedo hacer hoy a estas hijas mías, o a los hijos que ellas han dado a luz?


Declararéis a mi padre todo mi esplendor en Egipto y todo lo que habéis visto. Así que, ¡daos prisa, y haced que mi padre descienda acá!


Y Amán les contó la gloria de su riqueza, y la multitud de sus hijos, y como el rey lo había engrandecido y exaltado° sobre los príncipes y sobre los servidores del rey.


¿Acaso los siervos de mi tienda no decían: ¿Quién podrá hallar a alguno que no se haya saciado con su° alimento?


Y con tu mano, oh YHVH, de los hombres mundanos, Cuya porción está en esta vida, Cuyo vientre Tú hinchas con su destino:° ¡Sean saciados, pues, sus hijos, Y dejen las migajas a los hijos de sus hijos!


Mi alma está en medio de leones, Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan fuego, Sus dientes son lanzas y saetas, Y su lengua espada aguda.


Un corazón apacible es vida para el cuerpo, Pero la envidia es carcoma en los huesos.


Cruel es la furia e impetuosa la ira, Pero ¿quién resistirá a los celos?


He visto asimismo que todo trabajo y toda obra excelente despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento.


Por eso el Seol° ensancha sus fauces, y dilata su boca sin medida: Allá bajan nobles y plebeyos, Con su gloria y su alborozo, Y el que se regocijaba en ella.°


Así dice YHVH: No se alabe el sabio en su sabiduría, Ni se alabe el valiente en su valentía, Ni se alabe el rico en sus riquezas.


He aquí, todo refranero te aplicará a ti el refrán que dice: ¡Cual la madre, tal la hija!


Nuevamente lo lleva el diablo, esta vez° a un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,


está envanecido, nada entiende, sino que tiene° manía por discusiones y contiendas de palabras, de las cuales surgen° envidia, riña, difamaciones y malas sospechas,


Porque nosotros también éramos en otro tiempo necios, desobedientes, extraviados, esclavizados por pasiones y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y aborreciéndonos unos a otros.


Pues: Toda carne es como hierba, Y toda su° gloria como la flor de la hierba. Sécase la hierba, y cae la flor;