Dios dijo: «¡El reino de Moab ha quedado en ruinas! Todos en Moab están de luto, se han rapado la cabeza y se han cortado la barba. En una sola noche fueron destruidas las ciudades de Ar y de Quir, de Nebo y de Medebá. »Los habitantes de Dibón corren al templo y a los altares que construyeron en las colinas; van para lamentar ante sus dioses tanta destrucción y tanto dolor.