Josué 20:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual8 Béser, de la tribu de Rubén, en la meseta del desierto que está al este de Jericó, al otro lado del río Jordán. Ramot, de la tribu de Gad, en la región de Galaad. Golán, de la tribu de Manasés, en la región de Basán. Tazama suraMatoleo zaidiBiblia Reina Valera 19608 Y al otro lado del Jordán al oriente de Jericó, señalaron a Beser en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, Ramot en Galaad de la tribu de Gad, y Golán en Basán de la tribu de Manasés. Tazama suraBiblia Nueva Traducción Viviente8 Al oriente del río Jordán, frente a Jericó, se designaron las siguientes ciudades: Beser, en la llanura desértica de la tribu de Rubén; Ramot, en Galaad, en el territorio de la tribu de Gad; y Golán, en Basán, en la tierra de la tribu de Manasés. Tazama suraBiblia Católica (Latinoamericana)8 Al otro lado del Jordán, al este de Jericó se había designado a Beser en el desierto, en la meseta, en el territorio de Rubén; Ramot-en-Galaad, en el territorio de Gad y Golán de Basán en el territorio de Manasés. Tazama suraLa Biblia Textual 3a Edicion8 Y de la otra parte del Jordán, al oriente de Jericó, designaron a Beser, en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, a Ramot, en Galaad, de la tribu de Gad, y a Golán, en Basán, de la tribu de Manasés. Tazama suraBiblia Serafín de Ausejo 19758 y al otro lado del Jordán, al oriente de Jericó, designaron Béser, en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén; Ramot, en Galaad, de la tribu de Gad; y Golán, en Basán, de la tribu de Manasés. Tazama sura |
Una de las tres ciudades elegidas fue Béser, que estaba en la meseta del desierto; allí podrían refugiarse los de la tribu de Rubén. Otra de las ciudades elegidas fue Ramot, que estaba en Galaad; allí podrían refugiarse los de la tribu de Gad. La tercera ciudad fue Golán, que estaba en Basán, y allí podrían refugiarse los de la media tribu de Manasés.
Estas ciudades de refugio fueron elegidas para todos los israelitas, y también para los extranjeros que vivieran con ellos. Cualquier persona que matara a otra sin querer, podía refugiarse allí. De esa manera el pariente más cercano del muerto no podía vengarse, y el que buscó refugio tenía derecho a ser juzgado públicamente.