Levítico 8:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Consagró además el altar y todos sus utensilios, y también el recipiente de bronce y su base. Para consagrar el altar derramó aceite sobre él siete veces. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Y roció de él sobre el altar siete veces, y ungió el altar y todos sus utensilios, y la fuente y su base, para santificarlos. Biblia Nueva Traducción Viviente Roció el altar siete veces con el aceite, de esta manera lo ungió junto con todos los utensilios, al igual que el lavamanos y su base, para santificarlos. Biblia Católica (Latinoamericana) Roció con el óleo siete veces el altar y lo ungió con todos los utensilios, así como también la pila y su base, para que quedaran consagrados. La Biblia Textual 3a Edicion Roció con él siete veces el altar, y ungió el altar y todos sus utensilios así como la fuente y su base, para santificarlos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Con el óleo roció siete veces el altar y ungió, a fin de consagrarlos, el altar y todos sus utensilios, la pila y su soporte. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y roció de él sobre el altar siete veces, y ungió el altar y todos sus vasos, y la fuente y su base, para santificarlos. |
Cada día, durante esta ceremonia, me ofrecerán un ternero como sacrificio, para que yo les perdone sus pecados y el altar quede apto para mi servicio. Además, derramarás aceite sobre el altar para dedicarlo a mi adoración, y cualquier cosa que toque el altar quedará igualmente dedicada a mí.
Cuando lo hagas, todos esos muebles y utensilios quedarán dedicados a mi servicio y deberán considerarse como objetos muy especiales. Todo lo que entre en contacto con ellos quedará también dedicado a mi servicio.
Pero si no te creen ni te obedecen, dales otra prueba: Mete la mano entre tu ropa y tócate el pecho; luego vuelve a sacarla. Moisés lo hizo así, y cuando sacó la mano, vio que estaba llena de llagas, pues tenía lepra. Dios le dijo: —Vuelve a meter tu mano entre la ropa. Moisés obedeció, y cuando la sacó vio que ya estaba sana. Dios le dijo:
»Muchas naciones se asombrarán, y en la presencia de mi fiel servidor los reyes quedarán mudos, porque verán y entenderán lo que jamás habían oído».
Ustedes adoraron ídolos malolientes, pero yo me olvidaré de sus maldades; las limpiaré como quien limpia un trapo sucio.
Allí mojará su dedo en la sangre y con ella rociará siete veces en dirección a la cortina que cubre la entrada del Lugar Santísimo.