Luego, a todos los que estaban afuera los dejaron ciegos para que no pudieran entrar.
Juan 8:59 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Entonces aquellos judíos quisieron matar a Jesús a pedradas; pero él se mezcló entre la multitud y salió del templo. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese momento, tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús desapareció de la vista de ellos y salió del templo. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces tomaron piedras para lanzárselas, pero Jesús se ocultó y salió del Templo. La Biblia Textual 3a Edicion Tomaron entonces piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces tomaron piedras para lapidarle; pero Jesús se escondió y salió del templo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces tomaron piedras para arrojárselas; pero Jesús se encubrió, y salió del templo atravesando por en medio de ellos, y así pasó. |
Luego, a todos los que estaban afuera los dejaron ciegos para que no pudieran entrar.
Entonces los fariseos salieron de la sinagoga y comenzaron a hacer planes para matar a Jesús.
Sin embargo, Jesús no dejó que ninguno de los judíos de la región de Judea supiera dónde estaba él. Salió de esa región y se fue a un pueblo llamado Efraín, que estaba cerca del desierto. Allí se quedó con sus discípulos.
Los discípulos le dijeron: —Maestro, algunos de los judíos de esa región trataron de matarte hace poco. ¿Aun así quieres regresar allá?
Pilato les dijo: —Llévenselo y júzguenlo de acuerdo con sus propias leyes. Los jefes judíos respondieron: —Nosotros no tenemos autoridad para enviar a nadie a la muerte.
Pero el hombre no sabía quién lo había sanado, porque Jesús había desaparecido entre toda la gente que estaba allí.
Cuando Jesús salió del templo, vio por el camino a un joven que había nacido ciego.
Los de la Junta Suprema se taparon los oídos y gritaron. Luego todos juntos atacaron a Esteban,
Los hombres estuvieron a punto de apedrear a David, pues le echaban la culpa de que los amalecitas se hubieran llevado a sus mujeres y a sus hijos. Sin embargo, David confiaba en que Dios podía ayudarlo, así que se animó