Y el sacerdote Hilcías, y Ahicam, y Acbor, y Safán y Asaías, fueron a la profetisa Hulda, mujer de Salum ben Ticva, hijo de Harhas, guardián de las vestiduras, la cual vivía en el segundo sector° de Jerusalem, y hablaron con ella.
Nehemías 7:72 - La Biblia Textual 3a Edicion Y lo que dio el resto del pueblo fue veinte mil dracmas de oro, dos mil libras de plata, y sesenta y siete túnicas sacerdotales. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Y el resto del pueblo dio veinte mil dracmas de oro, dos mil libras de plata, y sesenta y siete vestiduras sacerdotales. Biblia Nueva Traducción Viviente El resto del pueblo entregó 20.000 monedas de oro, alrededor de 1200 kilos de plata y 67 túnicas para los sacerdotes. Biblia Católica (Latinoamericana) Los sacerdotes, los levitas y una parte del pueblo se quedaron a vivir en Jerusalén; los cantores, los porteros, los sirvientes y todos los demás israelitas se fueron a vivir en sus ciudades. Cuando llegó el séptimo mes los israelitas ya estaban en sus ciudades. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores y algunos del pueblo, los donados y todos los de Israel se establecieron en sus ciudades. Al llegar el mes séptimo, los israelitas estaban ya en sus ciudades respectivas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y lo que dio el resto del pueblo fue veinte mil dracmas de oro, y dos mil libras de plata, y sesenta y siete vestiduras sacerdotales. Biblia Traducción en Lenguaje Actual 72 (71) Todos los demás dieron en total ciento sesenta kilos de oro, mil cien kilos de plata y sesenta y siete túnicas para los sacerdotes. |
Y el sacerdote Hilcías, y Ahicam, y Acbor, y Safán y Asaías, fueron a la profetisa Hulda, mujer de Salum ben Ticva, hijo de Harhas, guardián de las vestiduras, la cual vivía en el segundo sector° de Jerusalem, y hablaron con ella.
Cuando llegó el mes séptimo, y los hijos de Israel estaban en las ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalem.
Y el resto del pueblo, y los sacerdotes y los levitas, los porteros y cantores, los netineos y todos los que se habían apartado de los pueblos de la tierra hacia la Ley de Dios, sus mujeres, sus hijos y sus hijas, todo el que tenía comprensión y discernimiento,
Y algunos cabezas de las casas paternas ofrendaron para el tesoro de la obra veinte mil dracmas de oro y dos mil doscientas libras de plata.
Y los sacerdotes y levitas, y los porteros y cantores, y algunos del pueblo, y los netineos, y todo Israel habitaron nuevamente en sus ciudades. Y cuando llegó el mes séptimo, los hijos de Israel estaban en sus ciudades.