Y creó ’Elohim los grandes monstruos marinos° y todo ser vivo que repta, que poblaron las aguas, según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio ’Elohim que estaba bien.
Job 12:7 - La Biblia Textual 3a Edicion Y si no, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán, O a las aves de los cielos, y ellas te mostrarán, Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; A las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán; Biblia Nueva Traducción Viviente »Solo pregunten a los animales, y ellos les enseñarán; pregunten a los pájaros del cielo, y ellos les contarán. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Quieres preguntárselo a las bestias? te instruirán.
Pregúntaselo a las aves del cielo, te lo dirán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero pregunta a las bestias, y te instruirán; a las aves del campo, y te enseñarán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; y a las aves del cielo, y ellas te lo mostrarán; Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Pero pregúntales a las aves, y también a los animales, y ellos te lo contarán todo; ¡te darán una gran lección! |
Y creó ’Elohim los grandes monstruos marinos° y todo ser vivo que repta, que poblaron las aguas, según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio ’Elohim que estaba bien.
E hizo ’Elohim las bestias de la tierra según su especie, y el ganado según su especie, y todo reptil del suelo según su especie. Y vio ’Elohim que estaba bien.
Prosperan las moradas de los ladrones, Y los que provocan a Dios están seguros, Como si todo lo hubiera puesto Él en sus manos.
O habla a la tierra, para que te instruya, Y te lo declaren los peces del mar.
El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor, Pero Israel no me conoce, mi pueblo no tiene entendimiento.
Aun la cigüeña en los cielos conoce sus tiempos;° La tórtola, la golondrina y la grulla guardan la época de su migración, Pero mi pueblo no conoce la justicia de YHVH.
Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, entendiéndose por medio de las cosas hechas, de modo que son inexcusables.