Entonces los príncipes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: Este hombre no merece sentencia de muerte, pues nos ha hablado en el nombre de YHVH nuestro Dios.
Hechos 23:29 - La Biblia Textual 3a Edicion y hallé° que era acusado por cuestiones de la ley de ellos, pero no tenía ningún cargo digno de muerte o prisión. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 y hallé que le acusaban por cuestiones de la ley de ellos, pero que ningún delito tenía digno de muerte o de prisión. Biblia Nueva Traducción Viviente Pronto descubrí que el cargo tenía que ver con su ley religiosa, nada que merezca prisión o muerte en absoluto; Biblia Católica (Latinoamericana) y descubrí que lo acusaban por cuestiones de su Ley, pero que no había ningún cargo que mereciera la muerte o la prisión. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hallé que era acusado por cuestiones de su ley, pero que no tenía delito alguno digno de muerte o de cárcel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y hallé que le acusaban de cuestiones de la ley de ellos, pero que ninguna acusación tenía digna de muerte o de prisión. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Así supe que lo acusaban de cuestiones que tienen que ver con la ley de ellos. Pero yo no creo que haya razón para matarlo o tenerlo en la cárcel. |
Entonces los príncipes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: Este hombre no merece sentencia de muerte, pues nos ha hablado en el nombre de YHVH nuestro Dios.
pero si son° cuestiones de palabras, de nombres y de vuestra ley, vedlo vosotros mismos, yo no quiero ser juez de estas cosas.
Por tanto, si soy culpable y he hecho algo digno de muerte, no rehúso morir; pero si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos: Apelo a César.
Pero yo he descubierto que nada digno de muerte ha hecho, y como él mismo apeló al Emperador, decidí enviárselo.°
Y al retirarse, hablaban unos con otros, diciendo: Este hombre no ha hecho nada que merezca muerte o prisión.
los cuales, después de interrogarme, querían soltarme, por no haber en mí ninguna causa de muerte.
Cuando algún hombre haya incurrido en sentencia de muerte, y en efecto haya muerto, y lo cuelgas en un árbol,°