Sofonías 3:11

Versión Biblia Libre

Ese día no serás avergonzado por lo que hiciste al rebelarte contra mi, porque yo quitaré de entre tu pueblo a los orgullosos y jactanciosos. Nunca más mostrarás orgullo en mi monte santo.

Referencias Cruzadas

Salmos 131:1

Señor, no soy orgulloso ni arrogante. No me preocupo de cosas que están más allá de mí, ni de problemas que están más allá de mi experiencia.

Salmos 49:5

¿Por qué debería temer cuando los problemas vienen o cuando mis enemigos me rodeen?

Salmos 59:12

Permite que sean capturados por el mal que han hecho y las palabras que con orgullo dicen, ¡Derríbalos por sus maldiciones y mentiras!

Isaías 11:9

Nada causará daño ni perjuicio en ninguna parte de mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del Señor, de la misma manera que el agua llena el mar.

Isaías 2:12

El Señor ha reservado un día en el que se ocupará de los orgullosos y arrogantes. Acabará con toda la altivez, y los derribará.

Isaías 45:17

Pero Israel será salvado por el Señor con una salvación que dura para siempre. No se avergonzará ni caerá en desgracia por toda la eternidad.

Isaías 5:15

Todos serán abatidos, todos serán humillados; los orgullosos bajarán sus ojos en señal de humillación.

Isaías 54:4

No tengas miedo, porque no serás humillado; no te alteres, porque no serás deshonrado. Te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y ya no recordarás la vergüenza de tu viudez.

Isaías 56:7

traeré a estos extranjeros a mi monte santo y los haré felices en mi casa de oración. Aceptaré sus holocaustos y sacrificios, porque mi Templo será llamado casa de oración para todas las naciones.

Isaías 61:7

En lugar de la vergüenza, recibirán una doble bendición; en lugar de los insultos, se alegrarán de que les den el doble de tierras, y su alegría durará para siempre.

Jeremías 13:9

Esto es lo que dice el Señor: Voy a arruinar la arrogancia de Judá y la gran arrogancia de Jerusalén exactamente de la misma manera.

Jeremías 7:4

No creas en los que intentan engañarte repitiendo: “El Templo del Señor está aquí, el Templo del Señor está aquí, el Templo del Señor está aquí”.

Ezequiel 20:40

“Porque allí, en mi monte sagrado, el monte alto de Israel, declara el Señor Dios, me adorarán todos los habitantes de todo el país de Israel. Allí los aceptaré y les pediré sus ofrendas y sus mejores regalos, junto con todos sus sacrificios sagrados.

Ezequiel 24:21

Dile al pueblo de Israel que esto es lo que dice el Señor Dios: Estoy a punto de hacer impuro mi santuario, ese lugar del que estás tan orgulloso y que crees que te da poder, el lugar que tanto amas, el lugar que te hace feliz. Tus hijos e hijas que dejaste atrás serán muertos por la espada.

Daniel 9:16

Por eso, Señor, porque eres tan bueno, aparta tu ira y tu furia contra Jerusalén, tu santo monte. A causa de nuestros pecados y de los de nuestros antepasados, Jerusalén y tu pueblo son objeto de burla por parte de todos nuestros vecinos.

Daniel 9:20

Seguí hablando, orando y confesando mis pecados y los de mi pueblo Israel, suplicando ante el Señor, mi Dios, en favor de Jerusalén, su monte santo.

Miqueas 3:11

Sus líderes juzgan por soborno y sus sacerdotes predican según el precio pagado. Aún así se apoyan en el Señor y dicen: “¿Acaso no está el Señor aquí con nosotros? ¡Nada malo puede sucedernos!”

Números 16:3

Se unieron en oposición a Moisés y Aarón, diciéndoles: “¡Ustedes se han adueñado del poder! Cada uno de los israelitas es santo, y el Señor está entre ellos. Entonces, ¿por qué se ponen ustedes por encima de la asamblea del Señor?”

Mateo 3:9

y no se jacten de decirse a ustedes mismos: ‘Abrahán es nuestro padre’. Les digo que Dios podría convertir estas piedras en hijos de Abrahán.

Romanos 2:17

¿Qué hay de ti, que te llamas judío? Confías en la ley escrita y te jactas de tener una relación especial con Dios.

Romanos 9:33

tal como lo predijo la Escritura: “Miren, en Sión pongo una piedra de tropiezo, una roca que ofenderá a la gente. Pero los que confían en él, no serán frustrados”.

1 Pedro 2:6

Como dice la Escritura: “¡Miren! Yo establezco en Sión su piedra angular, una piedra escogida de manera especial y valiosa. Todo el que crea en él no será defraudado”.