He oído las burlas de los moabitas y los escarnios desdeñosos de los amonitas que han insultado a mi pueblo y que han enviado amenazas contra su territorio.
Un mensaje sobre Moab. La ciudad de Ar en Moab es devastada, ¡destruida en una sola noche! La ciudad de Quir, en Moab, ha sido devastada y destruida en una sola noche.
Esto es lo que dice el Señor: Cuando vengan esas naciones malvadas cercanas que atacan el país que le di a mi pueblo Israel, voy a desarraigarlos de su tierra. También voy a desarraigar al pueblo de Judá de entre ellos.
Esto es lo que el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel, dice sobre Moab: La ciudad de Nebo está a punto de sufrir un desastre, porque será destruida. La ciudad de Quiriatáim será capturada y humillada; la fortaleza será derribada y su pueblo avergonzado.
Esto es lo que dice el Señor sobre los amonitas: ¿Acaso los israelitas no tienen hijos? ¿No tienen herederos que hereden sus bienes? Entonces, ¿por qué Milcom se apoderó del territorio perteneciente a la tribu de Gad? ¿Por qué su gente vive en sus ciudades?
“Profetiza, hijo de hombre, y anuncia que esto es lo que dice el Señor Dios sobre los amonitas y sus insultos: ¡Una espada! Una espada está lista para matar, pulida para destruir, para brillar como un rayo,
“También se darán cuenta de que yo, el Señor, escuché todas las cosas desagradables que dijiste sobre la tierra montañosa de Israel cuando anunciaste: ‘¡Las montañas han quedado vacías; son nuestras para tomarlas!’
Esto es lo que dice el Señor: El pueblo de Amón ha pecado en repetidas ocasiones y por ello no vacilaré en castigarlos, porque han abierto los vientres de mujeres embarazadas en Galaad, como parte de su guerra para ensanchar su territorio.
Esto es lo que dice el Señor: El pueblo de Moab ha pecado en repetidas ocasiones, por lo tanto no vacilaré en castigarlos, porque han profanado los huesos del rey de Edom, quemándolos y convirtiéndolos en cal.