Los caballos necesitan un látigo, los asnos necesitan un freno. ¡Del mismo modo, los tontos necesitan vara en sus lomos!
No seas como un caballo o una mula que no sabe a dónde ir si no tiene un freno o una brida. Y que sin ello no se puede controlar”.
La sabiduría viene de aquellos con buen juicio. Pero los tontos son castigados con una vara.
Duele más un solo reproche al que es inteligente, que cien golpes a un tonto.
Si castigas al burlador, puede que estés instruyendo a un inmaduro. Corrige al sabio, y será más sabio.
El castigo está preparado para los burladores, y el azote para las espaldas de los tontos.
Incluso si se mezclan todos los tontos en un mortero, aplastándolos como al grano, no podrías deshacerte de su estupidez.
Entonces, ¿qué quieren ustedes? ¿Acaso iré con una vara a golpearlos, o iré con amor y espíritu de mansedumbre?
Cuando ustedes estén obedeciendo a Cristo por completo, entonces estaremos listos para castigar cualquier desobediencia.
Ya advertí a los que entre ustedes estaban en pecado cuando fui por segunda vez. Aunque no estoy allí, les advierto a ellos una vez más—y al resto de ustedes—que cuando los visite no dudaré en tomar medidas contra ellos,