El Faraón se quitó el anillo del sello del dedo y lo puso en el dedo de José. Lo vistió con ropas de lino fino y le puso una cadena de oro alrededor del cuello.
“Hemos hecho exactamente lo que nos dijo nuestro antepasado Jonadab hijo de Recab. Ninguno de nosotros ha bebido nunca vino, y eso incluye a nuestras esposas y a nuestros hijos e hijas, así como a nosotros.
Sin embargo, me han dicho que tú eres capaz de dar interpretaciones y resolver problemas difíciles. Si puedes leer esta escritura y explicármela, te vestirán de púrpura y te pondrán una cadena de oro al cuello, y llegarás a ser el tercer gobernante del reino”.
El rey gritó: “¡Traigan a los encantadores, astrólogos y adivinos!” Les dijo a estos sabios de Babilonia: “El que pueda leer esta escritura y explicármela será vestido de púrpura y se le pondrá una cadena de oro al cuello, y se convertirá en el tercer gobernante del reino”.