No deben dejar nada de él hasta la mañana siguiente y no deben romper ninguno de sus huesos. Deberán observar la Pascua de acuerdo con todas las normas.
La nube del Señor permanecía sobre el Tabernáculo durante el día, y el fuego ardía dentro de la nube durante la noche, de modo que podía ser visto por todos los israelitas dondequiera que viajaran.
La observarán a la hora requerida, en la tarde después de la puesta del sol del día catorce de este mes, y lo harán de acuerdo con sus reglas y normas”.