La mayoría del pueblo, muchos de los de Efraín, Manasés, Isacar y Zabulón, no se habían purificado. Sin embargo, comieron la cena de la Pascua a pesar de que no era lo que exigía la Ley, pues Ezequías había orado por ellos, diciendo: “Que el buen Señor perdone a todos los
La observarán por la tarde, después de la puesta del sol, en el día catorce del segundo mes. Comerán el cordero con el pan sin levadura y las hierbas amargas.