Recuerden la ley de Moisés mi siervo que yo le di a él y a Israel para que la siguieran. Todas las instrucciones y ceremonias las enseñé en el Monte Sinaí.
Recolectó el dinero dado en nombre de los primogénitos de los israelitas. Llegó a recolectar 1.365 siclos, (usando el estándar del siclo del santuario).
Si otros ejercen este derecho sobre ustedes, ¿no lo merecemos nosotros mucho más? Aun así, nosotros no ejercimos este derecho. Por el contrario, estaríamos dispuestos a soportar cualquier cosa antes que retener el evangelio de Cristo.
Cuiden del rebaño que se les ha encomendado, no porque estén obligados a vigilarlos, sino con agrado, como Dios quiere que sea. Háganlo de buena gana, sin buscar beneficio de ello.