“La siguiente norma se aplica cuando una persona muere en una tienda. Todo el que entre en la tienda y todo el que ya esté en ella será impuro durante siete días.
Si tocas un cadáver y no te purificas, harás impuro el Tabernáculo del Señor y deberás ser expulsado de Israel. Sigues siendo impuro porque no se te ha rociado con el agua de la purificación y tu impureza permanece.
“Ordena a los israelitas que expulsen del campamento a cualquiera que tenga una enfermedad de la piel, o que tenga una secreción, o que esté sucio por tocar un cuerpo muerto.
“Sin embargo, si alguien muere repentinamente cerca de ellos, convirtiéndolos en inmundos, deben esperar siete días, y al séptimo día cuando se limpien de nuevo deben afeitarse la cabeza.
Sin embargo, había algunos hombres que eran impuros porque habían estado en contacto con un cadáver, por lo que no podían celebrar la Pascua ese día. Fueron a ver a Moisés y Aarón el mismo día