Cuando tengan un mes de edad, pagarás el precio de redención de cinco siclos de plata (usando el estándar de siclos del santuario), equivalente a veinte gueras.
Cada uno que pase a esos condados debe dar medio siclo, (usando el estandarte del siclo del santuario, que pesa veinte geras). Este medio siclo es una ofrenda al Señor.
La cantidad total de oro de la ofrenda que se utilizó para el trabajo en el santuario fue de 29 talentos y 730 siclos, (usando el estándar de siclos del santuario).
Todo primogénito, ya sea humano o animal, que se ofrezca al Señor es tuyo. Pero debes redimir todo primogénito y todo primogénito de los animales inmundos.
“Pero no se te permitirá redimir al primogénito de un buey, una oveja o una cabra porque son sagrados. Esparcirás su sangre sobre el altar y quemarás su grasa como holocausto aceptado por el Señor.