Coré, hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Levi, trató de asumir el liderazgo, junto con Datán y Abiram, hijos de Eliab, y On, hijo de Pelet, que eran de la tribu de Rubén.
“Nuestro padre murió en el desierto, pero no era uno de los seguidores de Coré que se unieron para rebelarse contra el Señor. No, murió por sus propios pecados, y no tuvo hijos.
Vieron lo que hizo, allí mismo entre ustedes, a Dotán y a Abiram, los hijos de Eliab de la tribu de Rubén, cuando la tierra se abrió y se los tragó: sus familias, sus tiendas y todos sus animales.
¡Cuán grande problema tienen! Pues han seguido el camino de Caín. Así como Balaam y su engaño, ellos se han dejado llevar por el afán de lucro. Como la rebelión de Coré, se han destruido a sí mismos.