Números 10:29

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Moisés le explicó a Hobab, el hijo del suegro de Moisés, Reuel, el madianita, “Nos vamos al lugar que el Señor prometió diciendo: ‘Te daré esta tierra’. Ven con nosotros y seremos buenos contigo, porque el Señor le ha prometido cosas buenas a Israel”.

Referencias Cruzadas

Génesis 12:7

Entonces el Señor se le apareció a Abrán y le dijo: “Esta tierra te la daré a ti y a tus descendientes”.Así que Abrán construyó un altar al Señor allí porque allí se le apareció el Señor.

Génesis 13:15

Toda esta tierra que ves, te la daré a ti y a tus descendientes para siempre.

Génesis 15:18

Así fue como el Señor hizo un acuerdo con Abrán ese día, prometiéndole: “Yo le daré esta tierra a tus descendientes. Se extiende desde el Wadi de Egypto hasta el gran Río Éufrates,

Génesis 17:8

Yo te daré a ti y a tus descendientes todo el país de Canaán—donde has vivido como extranjero—como tu tierra para siempre, y yo seré su Dios”.

Génesis 32:12

Tú mismo me dijiste: ‘Sin duda alguna te trataré bien. Haré que tus descendientes sean tan numerosos como la arena de la playa, demasiados para contarlos’”.

Salmos 100:1

¡Griten de alegría al Señor, habitantes de toda la tierra!

Salmos 34:8

¡Prueba, y verás que el Señor es bueno! ¡Cuán felices son los que creen su protección!

Salmos 95:1

¡Vengan, cantemos con alegría al Señor! ¡Gritemos triunfantes a la roca de nuestra salvación!

Éxodo 18:1

Entonces Jetro, el suegro de Moisés y sacerdote de Madián, escuchó todo lo que Dios había hecho por Moisés y su pueblo, los israelitas, y cómo el Señor los había sacado de Egipto.

Éxodo 18:12

Entonces Jetro presentó un holocausto y sacrificios a Dios, y Aarón vino con todos los ancianos de Israel para comer con él en presencia de Dios.

Éxodo 18:27

Entonces Moisés envió a Jetrode camino, y regresó a su propio país.

Éxodo 2:18

Cuando llegaron a casa, su padre Reuel les preguntó: “¿Cómo es que hoy han regresado tan rápido?”

Éxodo 2:21

Y Moisés aceptó quedarse con el hombre, quien arregló que su hija Séfora se casara con Moisés.

Éxodo 3:1

Moisés era un pastor que cuidaba el rebaño de Jetro, su suegro, el sacerdote de Madián. Condujo el rebaño lejos en el desierto hasta que llegó al monte de Dios, el monte Horeb.

Éxodo 3:8

Por eso he descendido para rescatarlos de la opresión egipcia y para llevarlos desde ese país a una tierra fértil y amplia, una tierra donde fluye leche y miel, donde actualmente viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos.

Éxodo 6:4

También confirmé mi acuerdo solemne con ellos de darles la tierra de Canaán, el país donde vivían como extranjeros.

Isaías 2:3

La gente vendrá y dirá: “Subamos al monte del Señor, al Templo del Dios de Jacob. Allí Dios nos enseñará sus caminos y seguiremos sus indicaciones. Las enseñanzas de Dios se extenderán desde Sión, y su palabra desde Jerusalén”.

Jeremías 50:5

Preguntarán por el camino de Sión y se pondrán en marcha en esa dirección. Llegarán y se comprometerán con el Señor en un acuerdo eterno que no se olvidará jamás.

Números 10:28

Este era el orden en el se desplazaban las tribus de Israel.

Números 23:19

“Dios no es un ser humano que mentiría. No es un simple mortal que cambia de opinión. ¿Acaso él dice que va a hacer algo, pero no lo hace? ¿Acaso hace promesas que no cumple?

Hechos 7:5

Dios no le dio a Abrahán una herencia aquí, ni siquiera un metro cuadrado. Pero Dios le prometió a Abrahán que le daría a él y a sus descendientes la posesión de la tierra, aunque no tenía hijos.

Deuteronomio 30:5

El Señor tu Dios te traerá de vuelta al país que perteneció a tus antepasados y lo volverás a poseer. Él te hará triunfar, y tendrás aún más descendientes que tus antepasados.

Deuteronomio 4:40

Observen sus preceptos y normas que les doy ahora mismo, para que les vaya bien a ustedes y a sus hijos, y para que tengan una larga vida en el país que el Señor su Dios les da para siempre.

Tito 1:2

Esto les da la esperanza de una vida eterna que Dios (quien no puede mentir) prometió desde edades atrás,

Hebreos 6:18

De modo que por estas dos acciones que no pueden cambiarse, y, como Dios no puede mentir, podemos tener plena confianza en que al huir buscando seguridad, podemos aferrarnos de la esperanza que Dios nos presentó.

Apocalipsis 22:17

El Espíritu y la novia dicen: “Ven”. Quien escucha esto, diga: “Ven”. Quien tenga sed, venga, y a quien quiera le daré gratuitamente del agua de vida.

Jueces 1:16

Los descendientes del suegro de Moisés, el ceneo, fueron con el pueblo de Judá desde la ciudad de las palmeras hasta el desierto de Judá, en el Néguev, cerca de Arad, donde se establecieron entre el pueblo.

Jueces 4:11

(Heber el ceneo se había separado de los demás ceneos, los descendientes de Hobab, el suegro de Moisés, y había instalado su tienda en el gran árbol de Zaanannim, que está cerca de Cedes).

1 Samuel 15:6

Saúl envió un mensaje para advertirles a los ceneos: “Salgan de la zona y dejen a los amalecitas para que no los destruya a ustedes con ellos, porque ustedes mostraron bondad con todo el pueblo de Israel en su camino desde Egipto”. Así que los ceneos se alejaron y dejaron abandonaron a los amalecitas.