Se macharon de Madián y se fueron a Parán. Luego, junto con algunas personas de Parán, fueron a Egipto, al Faraón, rey de Egipto. Éste proporcionó a Hadad una casa y comida, y también le asignó tierras como regalo.
El Señor le habló a Moisés en el Tabernáculo de Reunión mientras estaban en el desierto del Sinaí. Esto fue el primer día del segundo mes, dos años después de que los israelitas salieran de Egipto. Le dijo:
Se fueron de la montaña del Señor para hacer un viaje de tres días, y El Arca del Pacto del Señor les mostró el camino durante estos tres días para encontrar un lugar para acampar.
Fueron a ver a Moisés y Aarón, y todos los israelitas se reunieron allí en su campamento en Cades, en el desierto de Parán. Dieron un informe ante todos y les mostraron los frutos que habían traído del país.
Los israelitas hicieron todo lo que el Señor le ordenó a Moisés. Establecieron sus campamentos bajo sus banderas en sus posiciones asignadas, y marchaban en el mismo orden, cada uno con su propia tribu y familia.
Así que celebraron la Pascua en el desierto del Sinaí, comenzando por la tarde después de la puesta del sol del día catorce del primer mes. Los israelitas siguieron todas las instrucciones que el Señor había dado a Moisés.
Este es el registro de lo que Moisés le dijo a todos los israelitas durante su permanencia en el desierto al Este del Jordán. Estaban en el Arabá cerca de Suf, entre Parán por un lado y Tofel, Laban, Hazerot y Di-zahab por el otro.
Siguiendo las órdenes del Señor nuestro Dios, dejamos Horeb y nos dirigimos hacia la colina de los amorreos, pasando por todo el gran y aterrador desierto que ustedes mismos han experimentado. Cuando llegamos a Cades-barnea,
Continúensu viaje y vayan a las colinas de los amorreos y de todos sus vecinos, al valle del Jordán, a las colinas, a las estribaciones, al Néguev, y a lo largo de la costa al país de los cananeos hasta el Líbano, hasta el gran río Éufrates.
Dijo: El Señor vino del monte Sinaí y nos iluminó desde el monte Seir. Salió del monte Paran con diez mil santos, con fuego ardiente en su mano derecha.