“Si hay hambre en la tierra, o enfermedad, o tizón o moho en las cosechas, o si hay langostas u orugas, o si un enemigo viene a sitiar las ciudades de la tierra – sea cualquier tipo de plaga o cualquier tipo de enfermedad –
“Sin embargo, si cuando el sacerdote venga a inspeccionarla y encuentra que el moho no ha reaparecido después de que la casa haya sido tapizada, declarará la casa limpia porque el moho ha desaparecido.
Jesús viajó por toda Galilea, enseñando en las sinagogas, contando las buena nueva del reino, y sanando todas las enfermedades que tenían las personas.
Entonces comenzó a difundirse la noticia acerca de él por toda la provincia de Siria. La gente traía delante de él a todos los que estaban enfermos: personas afligidas por todo tipo de enfermedades, personas poseídas por demonios, enfermos mentales, paralíticos, y él los sanaba a todos.
Y cuando ellos llegaron donde Jesús, le dijeron: “Juan el Bautista nos envió donde ti, para preguntarte: ‘¿Eres tú el que hemos estado esperando o deberíamos esperar a otro?’”