Si ustedes hacen el bien a quienes les hacen el bien, ¿Por qué merecerían algún crédito por eso también? Los pecadores también hacen eso.
Si oprimes al pobre para hacerte rico, o si eres generoso con el rico, terminarás siendo pobre tú mismo.
Pero las personas nobles actúan desinteresadamente; mantienen sus principios de generosidad.
“Si ustedes aman a quienes los aman, ¿por qué merecerían algún crédito por ello? Hasta los pecadores aman a quienes los aman.
Si ustedes prestan dinero para que se lo devuelvan, ¿Por qué merecerían crédito por ello? Los pecadores también prestan dinero a otros pecadores, esperando que les devuelvan lo que prestaron.
Díles que hagan el bien, y que se vuelvan ricos en buenas obras, prestos para compartir lo que tienen, y ser generosos.