Entonces comenzó a difundirse la noticia acerca de él por toda la provincia de Siria. La gente traía delante de él a todos los que estaban enfermos: personas afligidas por todo tipo de enfermedades, personas poseídas por demonios, enfermos mentales, paralíticos, y él los sanaba a todos.
Pero yo les demostraré que el Hijo del hombre tiene la autoridad para perdonar pecados aquí en la tierra”. Entonces le dijo al hombre paralítico: “Yo te digo: Levántate, recoge tu camilla y vete a casa”.