“¿Y nosotros?” le preguntaron algunos soldados. “¿Qué debemos hacer?” “No pidan dinero amenazando con violencia. No hagan acusaciones falsas. Estén conformes con sus salarios”, respondió él.
“¡Demuestren que están realmente arrepentidos! No traten de justificarse diciendo: ‘Somos los descendientes de Abrahán’. Les digo que Dios puede crear hijos de Abrahán a partir de estas piedras.
Cuando la gente escuchó esto, sintieron remordimiento de conciencia. Entonces le preguntaron a Pedro y a los apóstoles: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?”