“¿Por qué están durmiendo?” les preguntó. “Levántense y oren para que no caigan en tentación”.
El capitán del barco se acercó a Jonás y le preguntó: “¿Cómo es que puedes estar durmiendo? Levántate y ora a tu Dios. Quizás así se dará cuenta de lo que pasa y no nos ahogaremos”.
Cuando llegó allí, les dijo: “Oren para que no caigan en tentación”.
Luego terminó de orar y fue donde estaban los discípulos. Los encontró dormidos, exhaustos por la aflicción.