El grano que se utiliza para el pan se daña fácilmente, por lo que no se trilla siempre. Cuando se pasan las ruedas de los carros con los caballos, no se aplasta.
Entonces escuché una voz fuerte en el cielo, que decía: “Ahora ha llegado la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo. El Acusador de los creyentes ha sido arrojado, el que los acusa en presencia de Dios día y noche.