pues yo les daré palabras de sabiduría que sus enemigos no podrán rebatir o contradecir.
El Señor es la fuente de la sabiduría. Su palabra proporciona el conocimiento y la razón.
El Señor extendió su mano, me tocó la boca y me dijo “Mira, he puesto mis palabras en tu boca.
“En ese momento le devolveré el poder al pueblo de Israel y yo te ayudaré a hablarles. Entonces sabrán que yo soy el Señor”.
El Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que es importante que digan”.
Ustedes serán entregados incluso por sus padres, hermanos, parientes y amigos, y ellos los matarán.
Luego abrió sus mentes para que pudieran entender las Escrituras.
Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas a medida que el Espíritu se los permitía.
Y Pablo debatió con ellos sobre vivir rectamente, sobre el dominio propio, y sobre el juicio venidero. Félix se intranquilizó y le dijo a Pablo: “Vete ahora, y enviaré a buscarte cuando tenga la oportunidad”.
“¿Crees que puedes convencerme para convertirme en cristiano tan rápidamente?” le preguntó Agripa a Pablo.
Pero estas personas no podían enfrentarse a la sabiduría de Esteban ni al Espíritu con el que hablaba.
Oren por mí para decir las palabras adecuadas, y para poder explicar con toda confianza las verdades ocultas de la buena noticia.
Si alguno de ustedes necesita sabiduría, pídala a Dios, que da a todos generosamente y sin retenciones.