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Referencias Cruzadas
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Lucas 19:38

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“Bendito es el rey que viene en el nombre del Señor”, gritaban. “Paz en el cielo, y gloria en lo más alto de los cielos”.

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21 Referencias Cruzadas  

Estén felices y celebren, pueblo de Sión! ¡Grita, pueblo de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti. Él hace lo recto y trae la salvación; es humilde, viene montado sobre un asno—en realidad sobre un potro, que es la cría de un asno.

“¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?” preguntaron. “Vimos su estrella en el oriente y hemos venido a adorarlo”.

Las multitudes que iban delante de él y las que lo seguían gritaban: “¡Hosanna al hijo de David! ¡Bendito es el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”

Entonces el rey dirá a los de su derecha: ‘vengan ustedes, benditos de mi Padre, hereden el reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo.

El rey les dirá: ‘en verdad les digo que todo lo que hicieron por uno de estos de menor importancia, lo hicieron por mi’.

Mira, tu casa ha quedado desolada, y te aseguro que no me verás de nuevo hasta que digas: ‘Bendito es el que viene en el nombre del Señor’”.

Ahora que hemos sido justificados por Dios, por nuestra confianza en él, tenemos paz con él a través de nuestro Señor Jesucristo.

con el fin de que nosotros, los primeros en guardar la esperanza en Cristo, pudiéramos alabar su gloria.

Por eso lo alabamos, por su gloriosa gracia que con tanta bondad nos dio en su Hijo amado.

El plan de Dios fue que los distintos aspectos de su sabiduría fueran revelados por medio de la iglesia a los gobernantes y autoridades en el cielo.

sea él glorificado en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por siempre y para siempre. Amén.

y por medio de él reconciliar todas las cosas en el universo consigo mismo, pues logró la paz por medio de la sangre de su cruz, reconciliando a todos los que están en la tierra y en el cielo con él.

La honra y la gloria sean por siempre y para siempre para el Rey eterno, el inmortal, invisible y único Dios. Amén.

A ellos se les explicó que lo que hacían no era para ellos mismos, sino para ustedes, pues aquello de lo que ellos hablaron, ustedes lo han aprendido de aquellos que compartieron la buena noticia con ustedes por el Espíritu Santo que el cielo envió. ¡Hasta los ángeles quieren saber sobre esto!




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