Y si alguien les pregunta: ‘¿Por qué lo están desatando?’ solo digan: ‘El Señor lo necesita’”.
La tierra es del Señor, y todo lo que está en ella le pertenece a Él. El mundo es suyo, y todos los que viven en él.
“Adelántense a la siguiente aldea. Y cuando entren encontrarán un potro atado, el cual nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo aquí.
Así que los dos discípulos fueron y encontraron todo como Jesús lo había dicho.
Ustedes conocen el mensaje que Dios envió a Israel, compartiendo la buena noticia de paz que viene de Jesucristo, quien es Señor de todos.