Y quería ver quién era Jesús, pero como era bajo en estatura, no podía ver por encima de la multitud.
Había algunas mujeres mirando a la distancia, incluyendo a María Magdalena, María la madre de Santiago (el menor) y José, y Salomé.
¿Acaso pueden ustedes añadir una hora a su vida preocupándose por ello?
Había allí un hombre llamado Zaqueo, quien era jefe entre los recaudadores de impuestos. Era un hombre muy rico.
Así que corrió adelante y se montó sobre un árbol de sicomoro para ver pasar a Jesús.
Herodes estaba complacido de ver a Jesús pues hacía mucho tiempo había querido conocerlo. Había oído de él y esperaba verlo hacer algún milagro.
Ellos se acercaron a Felipe de Betsaida, de Galilea, y le dijeron: “Señor, quisiéramos ver a Jesús”.