Pedro dijo: “¡Nosotros lo dejamos todo para seguirte!”
Pedro le respondió: “Mira, hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué recompensa tendremos?”
Cuando Jesús se fue de allí, vio a un hombre llamado Mateo que estaba sentado en su cabina de cobro de impuestos. Jesús lo llamó diciéndole “Sígueme”. Entonces él se levantó y siguió a Jesús.
Pedro levantó la voz y dijo: “Nosotros lo hemos dejado todo para seguirte…”
Entonces arrastraron los botes hasta la orilla, dejaron todo y siguieron a Jesús.
Luego le dijo al discípulo: “Esta es tu madre”. Desde ese momento el discípulo se la llevó a su casa.
Pero en cierta manera tales cosas no me sirvieron para nada, y las considero como pérdida por Cristo.