¡Cada día se acercan a mí, encantados de conocer mis caminos como si fueran una nación que hace lo correcto y sigue las leyes de su Dios! Me piden que los trate bien; les gusta estar cerca de su Dios.
“¡Demuestren que están realmente arrepentidos! No traten de justificarse diciendo: ‘Somos los descendientes de Abrahán’. Les digo que Dios puede crear hijos de Abrahán a partir de estas piedras.