Su amo le dijo: ‘Has hecho bien, eres un siervo bueno y fiel. Has demostrado que eres fiel en cosas pequeñas, así que ahora te colocaré a cargo de muchas cosas. ¡Alégrate porque estoy muy complacido de ti!’
Pero ¿qué sucedería si el siervo pensara: ‘Mi amo se está demorando en venir,’ y entonces comenzara a golpear a los otros siervos, hombres y mujeres, festejando y emborrachándose?
Yo te aconsejo, pues, que de mí compres oro refinado por fuego para que seas rico; y consigas ropas blancas para que te vistas bien y no muestres tu vergüenza y desnudez; y ungüento para tus ojos, para que puedas ver.