Todo lo que ustedes hayan dicho en la oscuridad, se oirá a plena luz, y todo lo que ustedes susurren en privado será anunciado desde las azoteas.
No hables mal del rey, ni siquiera en tus pensamientos. No hables mal de los dirigentes, incluso en la intimidad de tu habitación. Un pájaro puede oír lo que dices y salir volando para contarles.
Lo que yo les digo aquí en la oscuridad, díganlo a la luz del día, y lo que han oído como un susurro en sus oídos, grítenlo desde las azoteas.
Yo les digo, ustedes tendrán que dar cuenta en el Día del Juicio de cada cosa que hayan dicho de manera descuidada.
Todo el que esté en el tejado de la casa no debe descender para buscar lo que hay en ella.