Si el sacrificio que ofreces es para pagar un voto o una ofrenda voluntaria, se comerá el día que presentes tu sacrificio, pero lo que quede puede comerse al día siguiente.
Todos los hombres y mujeres israelitas que estaban dispuestos trajeron una ofrenda voluntaria al Señor por todo el trabajo de hacer lo que el Señor, a través de Moisés, les había ordenado hacer.
“Cuando el príncipe decida hacer una ofrenda voluntaria al Señor, ya sea un holocausto o una ofrenda de paz, se le abrirá la puerta oriental. Ofrecerá su holocausto o su ofrenda de paz de la misma manera que lo hace el sábado. Cuando salga, la puerta deberá cerrarse tras él.
“Sin embargo, puedes presentar una ofrenda voluntaria de un toro o una oveja que tenga una pata demasiado larga o demasiado corta, pero no si se trata de un sacrificio para cumplir una promesa.
Todas estas ofrendas son adicionales a las de los sábados del Señor. También son adicionales a tus regalos, a todas tus ofrendas para cumplir promesas, y a todas las ofrendas voluntarias que presentas al Señor.
¡Mira! Viene un mensajero desde las montañas y trae las buenas nuevas, proclamando paz. Celebra, Judá, tus festivales religiosos y guarda tus votos, porque los enemigos malvados no invadirán tu tierra nunca más. Serán destruidos por completo.
Cuando traiga una ofrenda al Señor de tu ganado o rebaño (ya sea un holocausto, un sacrificio para cumplir una promesa que hiciste, o una ofrenda de libre albedrío o de fiesta) que sea aceptable para el Señor,
entonces el Señor su Dios elegirá un lugar donde vivir con ustedes. Allí es donde llevarán todo lo que les he ordenado hacer: sus holocaustos y sacrificios, sus diezmos y ofrendas voluntarias, y todos los regalos especiales que prometan darle al Señor.
En sus pueblos no deben comer el diezmo de su grano o del vino nuevo ni del aceite de oliva; o los primogénitos de sus manadas o rebaños, ni ninguna de las ofrendas que hagan para cumplir una promesa, sus ofrendas voluntarias o susofrendas especiales.
Llevarás allí tus holocaustos y sacrificios, tus diezmos y todas tus ofrendas, tus ofrendas voluntarias y las ofrendas para cumplir una promesa, junto con los primogénitos de tus rebaños y manadas.