Entonces Ezequías les dijo: “Ahora que se han consagrado al Señor, vengan y traigan sus sacrificios y ofrendas de agradecimiento al Templo del Señor”. Así que la gente de la asamblea trajo sus sacrificios y ofrendas de agradecimiento, y todos los que quisieron trajeron holocaustos.
Luego restauró el altar del Señor y sacrificó en él ofrendas de amistad y de agradecimiento, e instruyó a Judá para que adorara al Señor, el Dios de Israel.
Además, de cada rebaño de doscientas ovejas de los verdes pastos de Israel, se proveerá una oveja. Estas son para proveer las ofrendas de grano, los holocaustos y las ofrendas de paz, para enderezar al pueblo, declara el Señor Dios.
“Dales estas instrucciones a los israelitas. Diles que si presentas una ofrenda de paz al Señor debes traer parte de ella como un regalo especial para el Señor.