El valor de alguien de cinco a veinte años es de veinte siclos para un hombre y diez siclos para una mujer.
Así que cuando los ismaelitas (que eran comerciantes de Madián) llegaron, sacaron a José de la fosa y se lo vendieron por veinte piezas de plata. Los ismaelitas lo llevaron a Egipto.
El valor de una mujer es de treinta siclos.
El valor de alguien de un mes a cinco años es de cinco siclos de plata para un hombre y tres siclos de plata para una mujer.