Cocínalo con aceite de oliva en una plancha. Llevarlo bien amasado y presentarlo como una ofrenda de grano partido en pedazos, para ser aceptado por el Señor.
Sila ofrecen con espíritu de agradecimiento, entonces junto con el sacrificio de acción de gracias, deben ofrecer pan, obleas y pasteles bien amasados de la mejor harina, todo ello hecho sin levadura y mezclado o cubierto con aceite de oliva.
La ofrenda que presentó fue una placa de plata que pesaba ciento treinta siclos, y un cuenco de plata que pesaba setenta siclos, (usando la tasación del siclo según el santuario). Ambos estaban llenos de la mejor harina mezclada con aceite de oliva como ofrenda de grano.