“¿Acaso no te basta con haberme robado a mi esposo?” respondió Lea. “¿Vas a tomar también las mandrágoras de mi hijo?” “Bueno, podrás acostarte con él esta noche si me das algunas mandrágoras a cambio”, respondió Raquel.
No tengas sexo con una mujer y su hija. No tengas sexo con la hija de su hijo o la hija de su hija. Son sus parientes cercanos. Eso es algo que detesto.
¿Acaso no los hizo uno solo, y les dio de su Espíritu? ¿Y qué es lo que pide de ustedes? Hijos de Dios. Así que tengan cuidado con lo que hacen, y no sean desleales a la esposa con la que se casaron cuando eran jóvenes.