El macho cabrío elegido por sorteo como chivo expiatorio será presentado vivo ante el Señor para arreglar las cosas enviándolo al desierto como chivo expiatorio.
Dios, sabiendo de antemano lo que sucedería, siguió su plan y resolvió entregarlo en manos de ustedes. Por mano de hombres malvados, ustedes lo mataron, clavándolo en una cruz.