Si comes algo de la carne de tu ofrenda de paz al tercer día, no será aceptada. No recibirás crédito por ofrecerla. De hecho, será tratada como algo asqueroso, y cualquiera que la coma será responsable de su culpa.
Pero los cobardes, los que no confían en mí, los que hacen cosas aborrecibles, los asesinos, los que comenten inmoralidad sexual, los que practican hechicería, los que adoran ídolos, los mentirosos, tienen su lugar escogido en el lago que arde con fuego y azufre. Esta es la segunda muerte”.