Moisés llamó a Misael y a Elzafán, hijos del tío de Aarón, Uzziel, y les dijo: “Vengan y lleven los cuerpos de sus primos y llévenlos fuera del campamento, lejos del frente del santuario”.
Moisés solía montar el Tabernáculo de Reunión en las afueras del campamento. Cualquiera que quisiera preguntarle algo al Señor podía ir a el Tabernáculo de Reunión.
Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, venía en camino una procesión fúnebre. El hombre que había muerto era el único hijo de una viuda, y una enorme multitud de la ciudad la acompañaba.