Los hermanos de su madre compartieron su propuesta con todos los dirigentes de Siquem, y decidieron seguir a Abimelec, porque dijeron: “Es nuestro pariente”.
Un día, Labán le dijo: “¡Eres mi pariente, así que no es justo que trabajes sin una compensación por ello! Dime entonces, ¿cuánto debo pagarte?”
Un mensajero vino a decirle a David: “Absalón tiene la lealtad de los hombres de Israel”.
Porque los malvados se jactan de sus deseos. Alaban al codicioso, pero tratan al Señor con desprecio.